#literatura-sc/ El teléfono celular

Hola querida comunidad Scouts y sus Amigos. Es un gusto estar nuevamente en este lunes de literatura para compartir con ustedes una historia que como siempre los invite a la reflexión y a la vez les entretenga.

Portada editada en PowerPoint con foto de Pexels

Ese fin de semana la familia González había planificado ir de compras al nuevo centro comercial que por estar de apertura ofrecía precios de inauguración en todos sus productos y comercios.

El señor Lorenzo González, su esposa María de González y Milagros su hija, apenas llegaron al centro comercial entraron a la tienda de electrodomésticos porque desde hace tiempo querían comprar un nuevo televisor para la sala de su casa. Milagros, soñaba que ese día su padre le comprara un teléfono celular que por su corta edad hasta ahora no se lo había dado. Sin embargo, Milagros como pronto cumpliría nueve años esperaba que le dieran este obsequio en este día.

Luego de ver los diferentes precios decidieron comprar el televisor, pero le dijeron a Milagros que aún no tenía edad para tener un teléfono móvil como el que ella les estaba pidiendo. Esto entristeció mucho a Milagros, pero no le tocó otra que seguir esperando ese obsequio para otra ocasión.

Al llegar al centro comercial visitaron las tiendas de electrodomésticos-Pexels

Cuando los padres de Milagros fueron a pagar el televisor, ella se quedó en el extremo del mostrador y notó que alguien había dejado olvidado su móvil. Por un momento pensó que debería tomarlo y llevarlo a la oficina de objetos extraviados del centro comercial, pero como ella anhelaba tanto tener un teléfono, decidió quedárselo sin decirles a sus padres, así que lo metió en su mochila sigilosamente para que ellos no lo vieran.

Una hora más tarde, cuando iban de camino a casa el teléfono repicó en la mochila de Milagros, por lo que los padres se extrañaron y le preguntaron qué sonido era ese en su mochila, por lo que ella tuvo que contarles todo.

La madre le dijo a Milagros que esa actitud había estado muy mal porque bajo ninguna circunstancia ellos le habían enseñado a quedarse con las cosas ajenas y aunque en esta ocasión ella se había encontrado este móvil, su deber era intentar encontrar al dueño para devolvérselo.

La madre tomó la llamada luego de haber reprendido a su hija-Pexels

La señora María tomó el celular y contestó la llamada que precisamente era Yaritza, la chica dueña del móvil y acordaron verse en el centro comercial para entregarle su teléfono, pero en ese momento una patrulla policial los interceptó y les pidió que salieran del vehículo.

Se trataba de la alarma antirrobo que poseía el móvil y que gracias al GPS permitió la localización exacta de su ubicación. La alarma la había activado el esposo de Yaritza al ver que el móvil se había extraviado.

Luego de una larga conversación la familia González fue escoltada por la patrulla policial hasta el centro comercial donde los esperaba la dueña del móvil con su esposo.

Fueron escoltados hasta encontrarse con la dueña del celular-Pexels

Al llegar al lugar, la niña entregó el móvil a Yaritza y le pidió disculpa por su mal proceder y esta al ver a la niña arrepentida le dijo que lo entendía y dirigiéndose a los oficiales les dijo que no pondría cargos porque se trataba de una inocente travesura.