Hola amiga gracias por la invitación, me gusto mucho las historia del mendigo que todos los días pedía dinero en el tren.

Hasta que las palabras de un pasajero empresario, le dijo que hasta cuando iba seguir pidiendo limosna a cambio de nada.

El mendigo pensó que el empresario tenía razón y empezó todos los días a regalar flores de las que estaban en el jardín de la estación del tren y a quien le daba una limosna el le daba flores.

Hasta que se dió cuenta que las palabras del empresario que la primera vez le dijo que pedía limosna a cambio de nada y ahora lo vió de nuevo y le dijo te felicito ahora eres un empresario.

Amiga me gustó mucho tu historia, bastante reflexiva que nos hace pensar.