Una consulta con el Nutricionista.

En su consulta de nutrición, el doctor Stoy Biensano, recibió a Ricardo, un hombre de 38 años que, cansado de la falta de energía, el aumento de peso y la niebla mental que afectaba su día a día, había decidido tomar el control de su salud. Ricardo, con un poco de temor, se sentó frente al escritorio del doctor, y mirándolo con esperanza, dijo:

—Doctor, necesito un cambio. Quiero sentirme mejor, tener más energía y, si es posible, perder algunos kilos.

El doctor Stoy, con su característico tono calmado, pero motivador, le respondió:

—Ricardo, estás en el lugar correcto.

Probablemente, esto pase muy poco, ya que, un paciente sano, es un cliente menos, y en materia económica, no conviene.

Lo primero que haremos es ajustar tu alimentación. Quiero introducirte a la dieta cetogénica, una forma de comer que ayudará a tu cuerpo a usar las grasas como fuente principal de energía en lugar de los carbohidratos.

Ricardo frunció el ceño, y dijo dentro de sí: "¡Este se volvió loco!", y dijo:

—¿Eso significa que tendré que dejar de comer pan y pasta?

—Exacto. Pero a cambio, te alimentarás de alimentos que realmente nutran tu cuerpo y te mantengan saciado por más tiempo. Por ejemplo, en tu desayuno, podrías comer cinco huevos enteros con una capa de queso mozzarella y tocino. Este tipo de alimentos, ricos en proteínas y grasas saludables, te darán energía sostenida y te ayudarán a evitar los picos y caídas de azúcar en sangre que producen los carbohidratos, y por defecto, hambre entre comidas.

Ricardo asintió lentamente con algo de incredulidad.

—Eso suena bien, pero, ¿y si me da hambre rápido?

—Si sigues las cantidades adecuadas, no debería ocurrir. Además, te recomendaré algo especial: aceite de coco, o mejor aún, aceite MCT. Tomar dos cucharadas en la mañana y dos en la tarde ayudará a mejorar tu digestión, especialmente al inicio de la dieta cetogénica, cuando es común experimentar estreñimiento. También te dará un impulso extra de energía y mejorará tu capacidad de concentración.

Ricardo sonrió.

—Ya me siento motivado, doctor. ¿Hay algo más que deba saber?

—Sí. Esto no es solo una dieta, Ricardo, es un cambio de estilo de vida. Aparte de los beneficios físicos, notarás mejoras en tu claridad mental y bienestar general. Pero recuerda, la constancia es clave. Si alguna vez sientes que flaqueas, no dudes en buscar apoyo. Y si por alguna razón caes en las garras de una hamburguesa con triple carne, tres tipos de queso, jamón, tocineta, pepinillo y mucha salsa, o de una pizza extragrande, 4 estaciones y borde de queso, no te martirices. Obviamente, esto romperá la cetosis, pero retomando de nuevo un estilo de vida cetogénico, en 3 días volverás a estar en cetosis, que es el estado natural del ser humano desde su nacimiento. ¿Me he explicado bien?

_{Mi Desayuno Cetogénico}

Ricardo salió de la consulta bastante emocionado por el cambio que le esperaba y una imagen mental clara de los beneficios que obtendría, con una lista de alimentos y la determinación de seguir adelante. Su asombro consistía en que, en la lista, no había escrito ningún tipo de pan, aceites vegetales ultraprocesados, margarinas, salsas, pasta, embutidos, cereales, ni nada que es común en la alimentación diaria de una persona que se ha dejado engañar por los atributos de la pirámide alimenticia, enseñada desde la escuela y creada por un grupo de personas dedicadas a la agricultura. Mientras caminaba, reflexionó sobre las palabras del doctor: "Un paciente sano, es un cliente menos".

Quiero decirles, mis queridos steemians, que este cuento refleja parte de mi transformación, con la diferencia de que, no fui a ningún nutricionista, sino que, adopté este estilo de vida por medio de la investigación exhaustiva y de escuchar a mi propio cuerpo. Comprobé cuáles alimentos me hacían sentir bien y cuáles me inflamaban, cuántos de ellos me daban energía y cuántos de ellos me la robaban.

Todavía sigo eliminando cosas que amaba comer, porque no se trata de un castigo, sino de un cambio consciente para no solo mejorar, sino mantener una buena salud.

Otros me han dicho:

— ¿Para qué hacer esto si de todas maneras nos vamos a morir?

Pues, no es lo mismo morir lleno de años, autovalente, con buena memoria y visión, que postrado en cama dependiendo de algún familiar que nos atienda porque la vejez, llego lleno de achaques y enfermedades.

_{Mente sana, cuerpo sano
Fuente}

Si quieres saber por qué estás enfermo, mira tu alimentación en el pasado; Si quieres un futuro prometedor, lleno de vida y salud, cambia lo que comes en el presente.

Tengo algunas publicaciones que quizás puedan ser de su interés, y que, a continuación, compartiré alguna de ellas:

1.- La Fuente de la Eterna Juventud: ¿Un Camino a la Longevidad?

2.- Dos Poderosos Aceites que Debes Consumir a Diario por tu Salud.

3.- ¿Margarina o Mantequilla? La Sorprendente Verdad Sobre Qué Debes Comer para una Salud Óptima