Nuevo Concurso: ¿Que tan celosa eres?

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Cuando era pequeña solía tener los típicos celos de hermana mayor cuando nació mi hermano menor; claro, las preferencias, según yo en mi mentalidad infantil, eran para el recién llegado. Mi mamá solo respondió al mirar mi actitud: un día entenderás por qué actúo así, pero tiene que ver con la vulnerabilidad, la protección y la defensa. No pasó mucho tiempo que entendí, justo cuando una vez vi a mi mamá desgastada, cansada, sin dormir porque enfermé y centró toda su atención en mí hasta que me restableciera por completo con el tratamiento médico.

No eran preferencias por mi hermano menor, era una cuestión de cuidado, de estar con quien necesita más cuidado, con quien es vulnerable a ciertas circunstancias de la vida, desde ese día, se arrancó de mi corazón toda mala actitud y también negatividad y rechazo, lo cual, me ha ayudado a permanecer estable porque no soy una persona que abrace posturas que desgastan, lo tengo claro: los celos desgastan y, en circunstancias patológicas, incluso se los relaciona con crímenes pasionales... así que, ni con mi esposo, ni con mis amistades tengo esa muy mala costumbre y tendencia, no normal, en los seres humanos.

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Frecuente es, normal no lo es, creo que tampoco se trata de un chispazo de inseguridad: término que se ha ocupado hasta la saciedad para darle, si se quiere, un concepto alejado muchas veces a culturas y creencias implantadas, carencias afectivas, abuso intrafamiliar, baja autoestima, o ciertas enfermedades relacionadas con la salud mental.

Los celos descomponen la convivencia y las relaciones interpersonales, en Ecuador la tasa de mortalidad por suicidios y crímenes relacionados con los celos es alta, no hay día en que no se escuche en las noticias decesos por esta grave condición emotiva y psicológica que muchas veces no es tratada por especialistas como debe ser.

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Unidos a la envidia, sí he tenido problemas, pero estos se relacionan a que personas que han sido celosas y me han provocado situaciones comprometedoras al punto de querer desbalancear mi estado integral. En una ocasión un compañero del trabajo me metió en un lío muy grande con los jefes porque el proyecto que presenté ganó la licitación, dijo que yo había comprado al jurado con una cena en mi casa para que accedieran a darme la aprobación, pero se comprobó su falacia, así que pude allanar esa piedra de mi camino y completar el trabajo.

En otra oportunidad tuve problemas con un compañero de la universidad, quien siempre dijo que quería tener una relación sentimental conmigo, a pesar de dejarle en claro que lo que podíamos tener nosotros era una amistad; pasaron dos años desde que nos graduamos, lo encontré en un centro comercial, pensé que había cambiado de actitud, pero no; tal vez lo hizo para molestar mi relación de matrimonio, no lo sé, sin embargo, comenzó a estacionar su vehículo frente a mi residencia, comenzó a perseguirme al trabajo y lo más feo: se estrelló con el puño de mi esposo en una ocasión en la que fue hasta el conjunto residencial en donde vivía en ese tiempo para dejarme una caja de chocolates por San Valentín... o sea, estuvo muy mala la cosa porque hasta la policía hizo acto de presencia.

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Mi prima tuvo un problema de celos que involucró a toda la familia para ayudarla a salir adelante, algo de lo que pude ver de cerca durante sus terapias con el psicólogo al que solía acompañarla para que supere su problema, era la gran cantidad de ideaciones que ella se formulaba en su cabeza acerca de su novio, al pobre chico no lo dejaba ni respirar con esa actitud de dominancia, irritabilidad, amenazas y también pensamientos conspiranoicos.

La ayuda profesional (sea con psicólogo, un psiquiatra, un terapeuta familiar calificados), el involucrarse en grupos de apoyo, el diálogo de las dos partes, las órdenes de restricción, las mediaciones e incluso separaciones en vez de muertes prematuras por celos, son las mejores maneras de arreglar este predicamento tan feo del cual en nuestra época hasta se busca romantizarlo, normalizarlo, idealizarlo en novelas, películas, música, literatura en general, lo que es un punto en contra del crecimiento sociológico al reproducir y aceptar relaciones tóxicas.

COMO CONCLUSIÓN:

Aunque está inmerso en varias de las relaciones sociológicas (amistad, padres-hijos, laboral, etc.), una de las formas de celos más visibles y mencionadas a nivel mundial se ejecuta con la pareja, por tal razón, nada en este mundo justifica la ideación o la consumación de un ataque verbal, físico o peor sexual, nada justifica una absorción, un control hasta del tiempo en la ducha, una intromisión a la individualidad y la intimidad hacia la persona que decimos amar, respetar, valorar, por eso, el acto de revisar sin permiso expreso del propietario: celulares, RRSS, carteras, extractos bancarios, ropa en búsqueda de lo que no existe, en una sana relación, la verdad, están demás, estorban, enferman, rompen la conducta, alteran el buen vivir, pasan del teatro a la realidad levantando de las cenizas a aquel personaje creado por la mano del dramaturgo inglés William Shakespeare llamado Otelo.

Es todo cuanto puedo por el momento compartir en honor a mi experiencia personal y a lo que considero verdad.

Sin más que agregar, esto ha sido todo por hoy.

Muchas gracias por la oportunidad, por su atención y que tengan un bonito fin de semana en compañía de sus familiares y amigos.

Hasta la próxima.

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