Un preciso cuadro al óleo. Vas hilvanando imagenes como un orfebre. Las vivo. Puedo sentir el frío. Puedo ver la nieve. Soñar y preferir ese mundo donde todo es armonía. Excelente.
Un preciso cuadro al óleo. Vas hilvanando imagenes como un orfebre. Las vivo. Puedo sentir el frío. Puedo ver la nieve. Soñar y preferir ese mundo donde todo es armonía. Excelente.
Así es como nos educan. Tengo buenos recuerdos del patinaje sobre hielo, aunque siempre tenía los pies fríos y a los 7 años ya tenía los dedos congelados. Los guantes que tejía mi abuela.. Los odiaba. Siempre picaban, eran demasiado pequeños y nunca abrigaban. Si intentaba hacer una bola o un muñeco de nieve, ¡se mojaban! Una vez en casa, los secaba en la estufa antes de volver al colegio. El resultado era que se quedaban duros como una piedra. Las bolas de nieve tenían piedras y tierra dentro o se congelaban. Nunca me gustó hacer daño a la gente lanzándosela. Supongo que cada día se necesita una gruesa capa de nieve nueva para mantener limpio y suave el país de las maravillas invernal.
Tenemos más hielo, agua congelada que nieve, así que hace más frío.
Es el mundo de Anton Pieck en el que vivo. Hadas y cuentos buenos para los cuentos de hadas mientras nosotros nos centramos en la diversión de un día.
♥️🍀
El lado oscuro de las nevadas, vos sos un mago, que narra con facilidad. Le van fluyendo las ideas y las convierte en imagenes, que luego fija con hilos de oro en el papel. Los recuerdos nos llevan a lugares felices, al lado de personas que amamos. A escribir para la posteridad.
🤗🍀♥️