El teatro del bosque

El gnomo Azulejo, Ratita y Mariquita han salido en busca de moras o de algún otro fruto del otoño, cuando de pronto escuchan un clap, clap, clap seguido de un bsbs, bsbs, bsbs y de un parloteo y de risitas y batir de alas.

Se arrastran por el suelo y, muy despacito, se deslizan entre los pastos. ¿Y qué ven? Nada menos que a Urraca y Gallito del Bosque con Cigüeña, que bate sus grandes alas y dice:

-¿Lo ves? Es así como la gente aplaude en el teatro. Les aseguro que es muy hermoso.

-Debes tener razón -admite Urraca-. Pero entre nosotros... aquí se desconoce qué es el teatro.

-Nadie ama el arte -dice Gallito del Bosque-. ¡Imagínate! ¡ni siquiera tenemos teatro!

Y después de decir esto, las tres aves despliegan las alas y se alejan volando.

-¡Estos pájaros están locos! -murmura Ratita-. ¿Para qué sirve un teatro?

-Yo, en cambio, pienso que tienen razón -dice Azulejo-. El teatro es una cosa importante que buena falta nos hace a todos nosotros. Volvamos a casa a ver si se nos ocurre algo al respecto. Tengo una idea...

Al principio, la idea del gnomo artista no convence a los animales.

Sin embargo, después se ponen a trabajar todos juntos, Gnomos y animalitos, llenos de entusiasmo. Preparan una función de teatro.

Poco tiempo después, Jabalí tira de una cuerda y levanta el telón del Teatro del Bosque. Suena la Orquesta y el público aplaude frenético.

Están todos, absolutamente todos. No falta nadie.

Ratita, que no tenía ni una caracola para adquirir la entrada, está subida sobre zancos, y Cuervo ha metido al cabeza por entre las vallas para poder mirar. Naturalmente, antes de meter la cabeza ha tenido que quitarse el sombrero.

Comienza la obra. Búho es el apuntador; Azulejo hace el papel de Rey

Bueno; Zorra es la Reina Mala; y Rana y una de las Hermanas Ratitas son la pareja romántica.

Se trata de una historia conmovedora que hace suspirar y derramar lágrimas. Entre lágrimas y aplausos la obra termina felizmente en boda.

-¡Qué hermoso! -dice Garza-. ¡Qué actuación tan brillante!

-¡Hemos disfrutado muchísimo! -dicen a coro Urraca y Gallito del Bosque. Y todos los Habitantes del Bosque se van contentos a la cama.

Sin embargo, una obra como esa requiere mucho tiempo y dedicación.

¡Es imprescindible construir un teatro! ¿Y qué pasa si llueve la noche de la función? Nadie se acuerda de haber pasado una noche tan deliciosa.

Geranio, el gnomo inventor, tiene una gran idea: ¡Títeres! Los títeres de los Habitantes del Bosque, por supuesto: Ratones, Osos, Ranas, Gnomos, todos en suma.

Como bien sabemos, las funciones de títeres pueden representarse en cualquier época, incluso en invierno, aunque llueva.