Mi día inició pasadas las 8 am, aunque debía salir a hacer algunas diligencias decidí quedarme en cama un poco más, porque me sentía cansada. Al salir del cuarto mi mamá ya estaba en la cocina preparando la masa para hacer las tradicionales arepas de harina de maíz precocido que forman parte de la dieta diaria de muchos venezolanos. Cómo ya no quedaba mucho queso opté por freír un huevo, unté la arepa con margarina y acompañé mi arepita con una tacita de café negro.

Entre los pendientes que tenía al salir estaba comprar los huevos para la torta que me encargaron para el 16 y un poco de queso. Estando en el minimarket comprando esos dos productos ví que tenían a la venta aceitunas, pasas y alcaparras, como hace unas semanas compré 200 gr de cada uno de esos ingrediente propios de las hallacas, esta vez quise comprar más aceitunas, pero rellenas de pimiento; 200gr tuvieron un costo de 5 Bs (1.936 STEEM), así sigo guardando y cada vez falta menos para el anhelado plato navideño venezolano. En total la compra tuvo un costo de 23.57 Bs (9.01 STEEM).

Al llegar a casa mi papá tenía el almuerzo listo, unas tiras de bistec guisadas con cebolla y pimentón, arroz blanco, tajadas de plátano frito y las arvejas amarillas que quedaban del día anterior; este día estaban más cremosas y más sabrosas todo el sabor del guiso estaba concentrado.

En la tarde luego de reposar, me fuí a la cocina a preparar la torta del encargo, pero antes de empezar los niños me pidieron la merienda. Mi papá había llegado en ese momento de comparar panes y como estaban aún calientes aproveché para untarlos con crema de chocolate y para mí con chocolate y maní.