Ayer, mientras preparaba las hallacas veganas, preparé en varios aspectos del veganismo a los que alguna vez les di muchas vueltas.

Es muchísimo lo que tengo que decir sobre el veganismo como ética, estilo de vida, filosofía, o como prefieran llamarlo; así que trataré de ser lo más concisa y positiva posible, ya que en verdad el veganismo surge de razones nobles, que básicamente se resumen en el respeto a los animales.

A pesar de que no estoy a favor de una dieta completamente vegana, si creo que debemos integrar más productos de la madre tierra a nuestra alimentación. Creo, además, que el respeto habría que brindarlo también a las plantas, como seres sintientes también.

Admiro del veganismo, su ética. Critico fuertemente su incompatibilidad con la sobrevivencia de la raza humana; biológicamente, necesitamos el consumo de carnes. Claro que esto o significa que debamos someter a los animales a sufrimiento, al poner sus derechos por debajo del dinero o la gula. Creo que debemos establecer un equilibrio en nuestra alimentación y aprovechar cada recurso al máximo generando el menor daño posible.

Hay que poner más frutas y verduras en la mesa. Eso es definitivo. Pero ya no podemos contar con una alimentación a base de soya como proteína sustituta, dado todo lo que se sabe hoy en día sobre los efectos negativos que tiene su consumo frecuente, como las afecciones a la tiroides y al sistema digestivo, a la fertilidad, etc. Por todo, debemos ser conscientes de que la ciencia de la soya es un trabajo en progreso; así que mejor evitar la mucha soya, así como la mucha carne.

1. Lo primero que haremos será preparar el "aceite anotado"

Para preparar el aceite anotado, pondremos dos cucharadas de onoto y 1 taza de aceite de maíz en un saucier y calentarnos a fuego lento, sin que hierva, hasta que el aceite se torne naranja intenso. Luego apagamos el fuego y reservamos.

Este aceite dará color y sazón tanto a la masa de los pasteles como al guiso de su relleno.

2. Aflojaremos los garbanzos

Pondremos 100gr de garbanzos previamente remojados en agua por 6-8 horas en 1 litro de agua en la olla de presión, con 1 cucharada de sal, 1 cucharada de ajo machacado y 1 hoja de laurel. Cocinar 15 minutos.

Al terminar, debemos reservarlos en un colador. Los integraremos al guiso casi al final.

3. Ahora es hora de picar las verduras y preparar las especias

Al faltar el sabor característico de las carnes, son muy importantes dos aspectos: 1. conservar los aliños y especias originales y 2. Añadir, de ser necesario, aliños y especias que amiguen a nuestro paladar con los sabores sustitutos (de los garbanzos, la yuca y la papa).

Yo escogí el orégano, la paprika, el laurel y el comino como especias, ya que las asociamos con la carne en la cocina típica venezolana. Esto hará que nuestro paladar acepte de mejor gana el sabor de la hallaca vegana.

Además, conservé los aliños clásicos: cebolla, cebollín, ajo porro, pimentón verde y rojo, ajo y ají dulce, aceitunas, alcaparras y pastas negras.

Picaremos todo más o menos fino, excepto las alcaparras, aceitunas y pastas. Machacaremos 2 cucharadas de ajo. Picaremos la papa y la yuca, 200 gr de cada una, de un tamaño más o menos cercano al del garbanzo cocido; estos tres ingredientes serán nuestras 3 texturas sustitutas de las de las 3 carnes.

Ponemos a cocinar en la olla, a fuego alto, primero la cebolla, ají dulce, el ajo porro, el ajo y la yuca, junto con el laurel, la paprika y el comino. 5 minutos después, agregamos la papa.

Acto seguido, agregamos aceite anotado, vino tinto de uvas o de cambur y papelón derretido. Yo usé 1/4 de taza de aceite anotado, 1/2 taza de vino y 1/4 taza de papelón.

Aún no rectificamos la sal, sino hasta después de agregar las alcaparras y las aceitunas, que varían su sabor salado, dependiendo de la marca.

Pasados 5-7 minutos, agregamos las alcaparras, las pasitas, los garbanzos escurridos, las aceitunas, el orégano, el cebollín y el pimentón. Cuándo el pimentón ablande, apagamos el fuego y dejamos enfriar el guiso, para luego armar las hallacas.

4. Mientras el guiso se enfría, es hora de hacer la masa

Una ventaja de preparar el guiso vegano, es que no se tiene que dejar reposar de un día para otro, como ocurre con el guiso convencional.

Tomaremos 2 1/2 tazas de harina precocida de maíz blanco, 3 tazas de agua templada, 1/2 de taza de aceite anotado, 1/4 de taza de papelón derretido y 2 cucucharadas de sal. Mezclamos todo hasta que esté suave y dejamos reposar mientras lavamos las hojas de envolver los pasteles.

5. ¡A preparar las hojas de plátano!

Si no se cuece envuelta en hojas de plátano ahumadas, no sabe a hallaca.

Usé 1/2 kilo de hojas para 6 hallacas de 500 gramos c/u.

Cada quien tiene su método para limpiar las hojas. Yo lo hago como me enseñaron en casa. Pongo 1/2 cucharada de cloro en un balde de agua o en la batea y meto las hojas todas juntas x 5 minutos. Luego las escurro lo más posible y las seco 2 veces, frotando primero con un trapo empapado en agua de vinagre y luego con un trapo húmedo. Es toda una labor.
Debes, además retirar las venas de las hojas, para que no sé quiebren al armar.

6. Ya el guiso está frío y la masa tiene punto. ¡Hora de armar!

Tenemos la masa en su punto, dividida en 6 bolas de 150 gramos cada una. Entonces:

• Extendemos una porción de masa con las yemas de los dedos sobre la hoja de plátano limpia, suficientemente seca y su superficie frotada con aceite anotado. La dejaremos fina, hasta que su diámetro sea de 25 cm aprox.

• Ponemos suficiente guiso en el centro. Yo usé un cucharón.

• Agregamos más aceitunas. Yo usé otras 2 x hallaca.

• Además, agregamos encurtido de vegetales. Yo lo hice con ajo porro y pimentón rojo.

Ahora, y antes de armar, pondremos a hervir suficiente agua para cocinar las hallacas. Agregaremos 1 cucharada de sal por cada 3 litros de agua.

7. Amarramos las hallacas con hilo pabilo.

8. Hervimos x 25 minutos.

Debemos sumergir las hallacas en el agua hirviendo. Contaremos 25 minutos a partir del momento en que el agua hierva nuevamente, ya que la temperatura baja considerablemente al introducir los pasteles. Luego las reposamos hasta que estén tibias. Esto para dar tiempo a que se compacten; si se cortan calientes, se parten y se puede deshacer el armado.

Hora de comer...

Retiramos el hilo y las hojas. Podemos dejar parte la hoja para servir en el plato.

En casa, nos gusta acompañar la hallaca con pan y aguacate. Hoy usamos pan pita, que no tiene huevos ni mantequilla.

¡Buen provecho!

También nos comimos las letras de pan pita 😌❤️