Comienza el trabajo solidario, es hora de unir esfuerzos para equipar a los médicos, enfermeras y personal encargado de recibir a nuestros hermanos que llegan desde otros países.

Ya se encuentra activo el protocolo en la frontera venezolana para dar la bienvenida a quienes regresan y también para brindarles la atención inmediata que merecen para determinar si poseen o no el virus. Las pruebas rápidas son supuestamente efectivas, esperemos con mucho optimismo, brinden información oportuna.

Son muchos los venezolanos quienes se han visto en la necesidad de volver a cargar con sus maletas para regresar al país. De acuerdo a sus propias declaraciones, no han recibido el apoyo prometido, ni tampoco los ciudadanos extranjeros han respetado los acuerdos de suspender momentáneamente los pagos de alquileres o rentas. Al parecer, los venezolanos e inquilinos han sido sacados de las habitaciones y no han tenido otra alternativa sino regresar a la patria que los vio nacer.

Se anunció ayer en horas de la tarde, que se seguirá estrictamente el protocolo de actuación en frontera para asegurar el buen desarrollo del proceso. Cada venezolano entrante deberá permanecer 14 días bajo observación aún y cuando se les haya realizado la prueba. De igual manera impusieron toque de queda desde las 8 pm hasta las 10am para un mejor control.

Para gestionar el apoyo con material de protección como el tapa boca, se han entregado a personas cuyo oficio es la costura, miles de cortes de tela para ayudar con la confección y costura del mismo.

En casa, se activaron mi esposo, mi hija menor, mi concuñada y mi cuñada para realizar este trabajo. Mi esposo ni mi hija saben nada de costura pero, la intención pudo más y ya ambos cosen como expertos.

No estoy participando porque son cuatro máquinas y ya cada uno tiene su tarea y la desempeña excelentemente. Yo difundo esta información, para quienes puedan colaborar, se activen desde casa. La ayuda monetaria es poca pero el valor real está en la acción e intención de ayudar. Dios bendiga a quienes llegan, a quienes estamos en casa, a cada médico y enfermera, a cada uno de os que día a día muestran su solidaridad con los otros.