Cuando los amigos me traicionan

  La amistad es una de las relaciones más educativas y simbólicas que tenemos durante el transcurso de la vida. Por ello, cuando tenemos un amigo, debemos estar dispuestos a aplicar la lealtad, porque los amigos no se deberían traicionar.

  Partiendo de lo anterior, me complace unirme a la dinámica que auspicia nuestra amiga @ruthjoe , ya que hace referencia a una de las malas acciones que se han llegado a comentar entre amigos. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

  Relacionarnos con diversas personas durante el ciclo de nuestra vida, es algo común que vivimos diariamente, porque la socialización forma parte de una de las necesidades sociales e incluso, individual que tenemos y, debido a ello es que se ha establecido el patrón de que el humano, es social por esencia y naturaleza.

  Durante esa socialización, tenemos la oportunidad de categorizar nuestro ciclo entre amigos o conocidos y, en el caso de la primera categoría, se cumple una relación más cercana entre una o más personas. En vista de ello, podemos decir que tener un amigo, es como ganar un hermano de vida, ya que en esa persona depositamos la confianza que los conocidos no tienen a pesar del trato que existe.

  La amistad se suele regir por ciertos códigos y, quienes los respetan o enaltecen con ética, garantizan que dicha relación cada día se fortalezca más. Sin embargo, a pesar de que tener amigos es una experiencia muy agradable, hay personas que violan dichos reglamentos y llegan al antivalor de la traición.

  Hablar de traición, es hacer referencia al quebrantamiento que sufre la confianza que alguien ha depositado en nosotros o, la depositamos en alguien. En lo personal pienso que traicionar a una persona es fallarle en todos los contextos que lo podamos imaginar, ya que se deja al escarnio público algo que debió quedar entre nosotros y si por alguna u otra razón se sabe, solo el referido es quien debe darlo a conocer. Un punto clave de la traición es que, esta suele hacerla alguien que no tiene buenos sentimientos y, la mayoría de las veces, el amigo que traiciona, es porque su cercanía hacia nosotros solamente fue por interés y la intención de lastimarnos, siempre estuvo en su mente.

  La traición es un antivalor que no debemos aplicar, porque además de destruir a alguien más, internamente destruye a quien traicionó y, en mi caso he sido traicionada en tres ocasiones; siendo estas unas experiencias muy desagradables que en su momento me dolieron, pero luego comprendí que detrás de esa mala acción también tuve aprendizajes y con eso me quedé.

  De las tres traiciones que he vivido, la que más me impactó fue cuando una persona se acercó a mí solo para que le enseñara a trabajar en el mundo de las redes sociales; una vez tuvo toda la información necesaria y la confianza extrema, afloró sus verdaderas intenciones en las que también estuvo incluido el dejar mi emprendimiento sin los clientes que teníamos.

  Cabe destacar que, la traición tiene muchas caras y, así como se traicionan a los amigos, también están aquellos que llegar a traicionar a la persona con quien tienen una relación amorosa y cuando esto sucede, el sentimiento del desamor termina dominando el corazón del traicionado. Desde mi experiencia, no he vivido este tipo de falta, pero sí conozco varias personas que han pasado por ese mal momento y, por lo que he visto en ellos pienso que, la manera más adecuada de sanar dicha experiencia es perdonando y tener disposición de dejar todo atrás; sé que no es fácil, sin embargo, siento que es más difícil cargar con ese dolor todo el tiempo, porque al final, el daño nos lo hacemos a nosotros.

  Tengamos en cuenta que, la interacción con una persona que fue traicionada es muy compleja, porque su mecanismo de defensa va a ser cerrarse a nuevas posibilidades. No obstante, con comprensión podemos ayudar para que supere esas malas experiencias y, lo más importante en este caso es, enseñarle con acciones que sí existen personas dispuestas a valorar su amor o amistad.

  La confianza es muy frágil y, la traición aparentemente suele tener más poder sobre ella; pero si queremos que la persona traicionada vuelva a creer, hay que educarle el corazón con amor y por supuesto, siendo genuinos, porque la amistad y una relación amorosa, son vínculos sentimentales muy valiosos que debemos nutrir.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!

^{Las imágenes presentadas en esta publicación fueron extraídas de mi galería personal}