Querido Diario, cuando era niña, recuerdo haber tenido un primer diario de Barbie, donde escribía todo lo que me ocurría en el día, normalmente, lo hacia antes de irme a dormir. Hoy Steemit me brinda la oportunidad de hacerlo de forma virtual y no secreta. Ese que tenía de niña lo cerraba con un pequeño candadito y escondía la llave, esta vez compartiré mis vivencias con todos los lindos Steemians que lean tus líneas.

Hoy, viernes, 07 de mayo, me levanté un poco más tarde de lo acostumbrado, como estoy embarazada, paso la noche y el día con hambre, y lo primero que hice fue lavarme las manos, montar el agua para el café, y puse a reposar la harina en un poco de agua para las arepas. Luego entré al baño, hice lo de costumbre y me dispuse a preparar el desayuno.

Luego me dispuse a lavar, pues, normalmente es mi tarea de los viernes. Mi esposo llenó la tina de lavado con agua, luego yo metí la primera tanda y cuando terminé de agregar el detergente, se fue la energía eléctrica.

En vista de que me levanté más tarde, no pude realizar mi devocional temprano, así que me fui al cuarto a realizar mi devocional. Tengo ya una semana estudiando el libro de Ezequiel y, es esta ocasión me ha llamado la atención un detalle particular que no había visto las veces anteriores que lo había leído: Ezequiel profetizaba actuando, realizó una maqueta de Israel con adobe y se mantenía siempre dispuesto para obedecer, aún cuando el mandanto del Señor fuese lo más insólito, como por ejemplo, cocer su comida en estiercol de bueyes (aunque primero fue hacerlo en excremento humano, pero Ezequiel tuvo la osadía de apelar a su puereza para que no fuese tan grave).

Cuando volvió la energía eléctrica, ya iban a ser las diez de la mañana, así que me dispuse a lavar y mis pequeñas bebés siempre quieren colaborar con mamá.

Cuando estaba ya a punto de terminar, eran las doce del mediodía, ya había montado parte del almuerzo y estaba enjuagando unos zapatos cuando se me bajó la tensión, así que mi esposo me ayudo a terminar de tender lo que faltaba y a terminar el almuerzo.

Luego de que almorzamos, recogí la ropa (la mayoría ya estaba seca), debido a que empezó a lloviznar, salió el sol pronto, y saqué la ropa que aún estaba húmeda. Ya eran las dos de la tarde, me acosté un ratito para que las niñas se durmieran, pues se quedarían con @yariadnis (la hija mayor que el Padre me regaló), mientras que yo iba a predicar a una actividad de mujeres a la que estaba invitada a las 4pm. Tardaron un poco en dormirse y se me hizo tarde, entonces me levanté de la cama apurada a bañarme y arreglarme, el mototaxi llegaría a un cuarto para las cuatro y ya eran las tres y media, la verdad es que también me distraje leyendo algunas publicaciones en Steemit desde la aplicación de Play Steem

Bien, me alisté corriendo, el mototaxi llegó a las 4:05 pm, ya era tarde, me subí a la moto de una vez, y me dijo que me bajará para que me pusiera el casco, lo hice, me monté y cuando arrancó, la moto se le espichó. Yo quedé como en shock, no sabía que hacer, debía llegar a la actividad pronto y me quedé como petrificada. "Tengo que ir a que me vulcanicen la tripa ¿Se puede bajar por favor?, no me puedo ir con usted porque dañaría la tripa".- Dijo el señor Juan (mototaxi). Yo, cayendo en cuenta y con pena, respondí: ¡Ah, sí! ¡Claro!. "En 20 minutos más o menos vengo por usted, eso es rapidito".-Dijo.

Los 20 minutos de señor Juan, se convirtieron en una hora y casi cuarenta minutos. Cuando llegó, me explicó que tenía un clavo y un alambre en el caucho y la tripa tenía cinco huecos, como los parchos le salían muy costosos tuvo que comprar la tripa y montársela para después venirme a buscar. Yo tenía pena de llegar a la actividad, pero me daba más pena decirle que no al señor Juan, que a pesar de tanta complicación, vino a buscarme.

Llegué y habían varias mujeres hermosas esperándome, tenía unos meses que no predicaba y estaba muy emocionada, amo hacerlo. Me presentaron de una vez y empecé el tema: Mi corona es Yeshúa (Mi autoridad, lo más visible de mí y mi mayor riqueza). Fue una bendición estar allí, al final hubo un rico arroz con pollo, una torta y jugo de naranja para compartir. Di unas cortas consejerías y a eso de las 7:40pm ya estaba de vuelta en casa.

Comí rapidito y le dimos comienzo al Altar familiar que celebramos todos los viernes a las ocho de la noche, en esta ocasión conversamos sobre dos principios del Gobierno de Yeshúa: 1. Somos pacificadores 2. Padecemos persecusión por practicar la justicia. Estuvo excelente la enseñanza preparada por @recush, mi esposo.

Terminamos el Altar y tuve la intención de acostar a las niñas para publicar de una vez mis primeras líneas en este diario, pero no pude, quedé rendida de una vez.