Sitio en el alma para dos
Mi bolsillo es sólo la entrada,
otros me persiguen,
buscan mi sed.
Van regalando miseria
cual cifra,
conversan de nuevas cárceles.
Aunque los demás repitan los días,
ellos esperan que caiga,
que inútilmente señale los números
como un artificio
para esquivar el miedo.