CONCURSO: "Tu momento más Bochornoso" Por @marvinvelasquez

Saludos queridos amigos de la comunidad de Recreative Steem, siempre es un gusto saludarles, desearles éxitos y bendiciones desde el lugar en que se encuentren, además de agradecerles por el tiempo que se toman para leer estas líneas, las cuales les escribo con mucho placer y cariño.

Hoy quiero participar en este original concurso que ha creado @graceleon, "Tu momento más Bochornoso", pues aparte de ser divertido, cuando lo cuentas ves que no tienes en realidad nada de que avergonzarte. Son cosas que pasan y asi como nos sucedieron a nosotros, le puede pasar a cualquiera. Lean lo que les voy a escribir a continuacion.

Pasar verguenza se convirtio en un "deporte profesional" en mi adolescencia, si las leyes anti-bullying hubieran existido hace 20 años, hubiera encerrado a medio liceo. Sin embargo, la experiencia me enseño a salirme de situaciones embarazosas con facilidad, asi que con los años fui teniendo cierta "chispa" para dejar de lado y superar ciertas situaciones embarazosas. Pero a veces, las circunstancias hacen que las cosas se vayan de las manos.

Era el día de mi graduación de policía, yo era un chico a punto de cumplir 20 años, estaba emocionado porque era algo que había logrado por mi mismo, con ayuda de mi mama obviamente, pero sin su supervisión. Fue una época difícil, pero que se recuerda con cariño, porque a pesar de las situaciones, conocí a muchas buenas personas que me ayudaron bastante. Pero volvamos al cuento.

Ese dia debiamos estar a las 7 de la mañana en la sede principal, ya que de ahi nos iban a llevar al paseo Colon, donde se iba a realizar el acto. Era un 22 de diciembre, se pensaba hacer un desfile, pero al final se decidieron por una parada, es una formacion por grupos a las que las autoridades les pasan revista. Me levante a las 4 de la mañana a arreglar mi uniforme, lo planche con toda la calma del mundo para que quedara perfecto, la camisa, los accesorios, todo debia quedar perfecto para este gran dia.

Me fui en taxi para que la ropa no se me fuera a arrugar en exceso o alguien de mala intención me fuera a manchar la ropa, llegue al punto de concentración tan pulcro como salí de mi casa. Mis compañeros me elogiaban por como me quedaba el uniforme, decían que me veía "cacheroso". Es un termino del argot militar, proveniente de la palabra de origen francés "cachet" que hace referencia a las buenas estampas o portes.

Al punto arribaron los autobuses que nos trasladarían al Paseo Colon, Nuestros superiores nos llamaron a formarnos y a subir "al trote" a los autobuses. Cuando le toco a mi agrupación, no me pregunten de donde o como, salio un perro callejero, se fue corriendo hacia mi, intente hacerle correr fingiendo que le daría una patada, pero fue peor el remedio, se enredo en mis piernas y terminamos cayendo al piso.

Quede tirado en el piso, las risas se escuchaban por todos lados. Pero en mi extensa experiencia lidiando con burlas recordé que, la mejor forma de silenciar una risa burlona es si el afectado se ríe de si mismo, así que comencé a reírme a carcajadas. Mientras reía como un demente y las risas de mis compañeros se iban apagando, vi que mi uniforme estaba arruinado y el pantalón de paso, roto a nivel de la rodilla derecha. Viendo que la cosa era seria y que no paraba de reírme, mis compañeros me ayudaron a levantarme, mis superiores me mandaron a la enfermería y luego al almacén para que me cambiaran el uniforme.

En la enfermería me remitieron a una clínica, pues tenia inflamado mi tobillo izquierdo, luego fui al almacen a que me cambiaran el uniforme, pero no tenían de mi talla, solo tenían de los XXXXXXL. Así que me toco subir al dormitorio, limpiar en los baños el uniforme con toallas húmedas, remendar el pantalón con grapas y buscar quien me llevara para el lugar del acto de graduación. Después de todo lo que viví en la academia, no me iba a perder este día.

Pues estuve en el acto, el tobillo se me hincho. Fui a la clínica después y me diagnosticaron una fisura y esguince del tobillo, con casi 40 días de reposo, mientras mis compañeros trabajaron todo el mes de diciembre. Todavía hoy, luego de todos estos años, mis compañeros de promoción echan el cuento de Marvin Velasquez, el que mato un perro el día de la graduación. Ya me da risa la cosa. Que dicho sea de paso, no se que habrá sido del pobre perro.