Me imagino como Baltasar, el rey mago de piel oscura. El regalo que llevo en las manos para el recién nacido Jesús es La verdad y la capacidad de descubrirla.

Sé que suena raro, pero soy de la clase de persona que no soporta a los mentirosos, las situaciones que no llevan a ninguna parte y que me vean la cara de estúpida. He conocido a demasiados mitómanos que lo único que hicieron fue hablar de cosas que no tenían la intención de hacer o que aseguraron haber hecho, prometer reuniones y salidas que no ocurrieron. También están aquellos que dicen vivir en zonas de lujo, tener coches de marcas millonarias y demás ítems relacionados con alto poder adquisitivo. Lo peor es que lo dicen con un tono de seguridad en la voz que, la gente que no los conozca se creerá cada palabra.

Por lo general los mitómanos no soportan el silencio. La ausencia de sonido debe ser llenada con lo que sea, incluso mentiras. Si tienen un pariente, amigo, conocido o lo que sea que se la pase contando mentiras, no se enojen con él/ella, tiene Mitomanía y esa enfermedad no se cura con nada. Sólo aléjense de ellos y no les crean nada.

Si yo fuera Baltasar y tuviese que darle un regalo a un niño que conozca (no soy tía ni tampoco soy cercana a los hijos de mis primos) es decirles que, a parte de mantenerse lejos de los mitómanos, agregaría que protejan su espacio personal.

Si no quieren dar besos ni abrazos al llegar a la casa de un familiar, que entonces no lo hagan. A mí me molesta sobremanera que a los niños/as pequeños los obliguen a dar demostraciones de afecto cuando no quieran. De pequeña me forzaron a dar besos ya abrazos cuando no quería ni a quien quería dárselos y la sensación fue desagradable.

Al forzarlos a esto, les están haciendo pensar que esto es normal y que, en su momento, ellos también pueden forzar las interacciones.

Otra cosa que es igual de importante, es que si tienen amigos del sexo opuesto, eso no significa que son novios. Los adultos tienen la mala costumbre de hacer esa clase de insinuaciones cuando sus hijos/as tienen amigos cercanos del género opuesto. Los niños crecen con estas ideas que les son repetidas en reiteradas ocasiones.

Creo que me salí un poco del tema.

Que los niños sepan lo que es el respeto, los límites y que puedan detectar a la gente que hace cosas buenas por ellos por desearles el bien y no porque quieran aprovecharse de ellos es un excelente regalo.

La vida real se parece más a la sabana africana, a las tundras, desiertos y bosques en lo referente a estar despiertos y conscientes de los peligros que nos acechan cada día.

El ataque puede venir de cualquier lado y de parte de cualquier persona, incluyendo gente conocida que conocemos desde jóvenes.