te deseamos suerte con tu embarazo. Es normal que en estado de gravidez rechaces todos los olores, sabores y desarrollarás gustos extraños inclusive.
Te cuento una anécdota: cuando yo (@graceleon) estuve embarazada de mi último hijo, desarrollé un gusto apasionado y sumamente obsesivo por la cebolla. Me la quería comer toda, en todas las presentaciones y la amé de allí en adelante.
Antes de eso la odiaba, me daba asco y la detestaba en sobremanera.
Lo que un día nos disgusta, otro día llegaríamos a amar y viceversa.
ánimo y que ese bebé llegue sanito, fuerte y muy bendecido con el amor de sus padres.