A pesar del doloroso empate 3-3 del Barcelona en Balaídos ante el Celta, la gran noticia de la semana es que Xavi Hernández es el nuevo entrenador del FC Barcelona. El ídolo culé fue presentado hoy ante 25.000 aficionados que lo recibieron con vítores y aplausos en el Camp Nou.

La verdad, yo jamás había visto semejante presentación para un DT en ningún equipo; hay jugadores estrellas que han tenido presentaciones menos concurridas que la de Xavi. De hecho, sólo asistieron 25.000 personas porque fue la totalidad de localidades que dispuso el club para el evento. Estoy seguro que si se hubiera permitido aforo completo, el Camp Nou se llenaba para recibir a su nuevo entrenador.

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Todo este revuelo revela que con la llegada de Xavi, el hincha culé ha recuperado algo que se perdió tras la partida de Messi: la ilusión. Sí, a partir de hoy el sol es más brillante en Barcelona y por fin pueden ver, así sea por un instante, una luz al final del tunel. Este es el primer gran logro de la Era Xavi en Barcelona.

Sin embargo, es aquí donde se empieza a desdibujar la línea que divide la ilusión y la esperanza, del fanatismo y la fantasía. Muchos fanáticos ven desde tiempo a Xavi Hernández cómo una figura mesiánica, el hombre destinado a ser el salvador del Barcelona y que logrará devolver a la grandeza al club. Lo ven como el hijo pródigo de Guardiola, el siguiente en la línea genealógica de grandes cultores de la filosofía Barça, el símbolo de todo lo que representa ser culé, la prueba inequívoca de que la historia siempre se repite. Nada más lejos de la realidad.

Este es el primer gran punto en contra que se encontrará Xavi en Barcelona, ese status de "salvador" en el que los aficionados puedan depositar todas sus esperanzas; situación que él no ha pedido, ni ha prometido. La verdad es que si el Barcelona quiere llegar a algún lado con el de Tarrasa como entrenador, deben entender que no puede hacer magia y que, al menos durante esta temporada, no se le puede pedir demasiado al Barcelona de Xavi. Este debe ser un proyecto a largo plazo y no se le deben pedir resultados inmediatos. La paciencia del culé será puesta a prueba durante los próximos meses.

En este punto, es importante destacar que no podemos mezclar al Xavi jugador con el Xavi entrenador; ese sería un grave error. El que Xavi fuera uno de los mejores mediocampistas de la historia no lo convertirá automáticamente en un gran entrenador; el que sea un ídolo del club no significa que sea quien arregle esta situación. Este pensamiento, que lamentablemente se ha extendido los últimos años, ha sido el causante de la prematura muerte de la carrera en los banquillos de muchos ex-jugadores y de años perdidos para grandes clubes. Me faltan dedos para contar la cantidad de veces que esto ha pasado.

Debemos entender que, más allá de representar la filosofía Barça, Xavi Hernández no tiene grandes credenciales como entrenador. Lo que ha hecho el aficionado es aferrarse a lo que era Xavi como jugador, para ilusionarse y tratar de imaginarse como podría jugar un Barcelona bajo su dirección. Su única experiencia tras los banquillos fue con el Al-Sadd de la Liga de Qatar donde, a pesar que ganó varios títulos, no podemos olvidar que se trata de un fútbol de un nivel muy bajo en comparación al europeo (títulos nacionales, porque a nivel asiático dejó mucho que desear). La realidad es que a partir de ahora es que vamos a conocer realmente quien es Xavi Hernández como entrenador y que proponen sus equipos, porque quien diga que sabe perfectamente a que jugaba el Al-Sadd porque lo veía, miente; y si asegura que sí seguía la Liga de Qatar, sigue mintiendo.

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El primer gran deber de Xavi es darle una sacudida anímica a un vestuario que quedó muy tocado tras la era Koeman. Sin embargo, creo que esto lo logrará sin mayor problema, el optimismo que desborda de las gradas contagiará a todo lo demás. Lo que si representará un mayor desafio será que Xavi pueda hacer entender (o recordar) a los jugadores cual es la actitud que debe demostrar un jugador del FC Barcelona dentro y fuera del campo. El compromiso, el trabajo, el entrenar con dedicación parecen ser algunas de las banderas de Xavi.

Sin embargo, también deben tomarse en cuenta otras cosas que se escapan de las manos del entrenador, como la plaga de lesiones que azota al equipo, sobretodo a jugadores imprescindibles como Pedri o Ansu Fati. Tampoco puede pretenderse que tiene una varita mágica que hará que de la noche a la mañana Lenglet sea bueno, que Ter Stegen recupere el nivel o que Piqué tenga 10 años menos.

La hoja de ruta de debe seguir Xavi me parece muy clara: recuperar anímicamente a la plantilla, tomar algunas decisiones drásticas con las "vacas sagradas" del vestuario y pelear por estar en la próxima UEFA Champions League. Creo que si Xavi logra todo eso esta temporada, en Barcelona deben de sentirse más que contentos, pedir mas que eso es no ver la realidad. Ya para la temporada 2022-2023 (no sin antes una gran billetera para acometer fichajes claves) podremos empezar a ver resultados en la Era Xavi.

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Ahora bien, no puedo terminar sin expresar mi opinión respecto a toda esta situación en torno al Xavi y el Barcelona. La verdad es que no critico que el Barcelona esté poniendo sus ilusiones en Xavi. Si yo fuera culé (gracias Dios, por no serlo), probablemente hubiera hecho lo mismo. Sin embargo, no puedo dejar de pensar que Xavi Hernández fracasará en el Barcelona. ¿Me puedo equivocar? Por supuesto. Pero ustedes me conocen, no puedo callar nunca mi opinión ni lo que creo, siempre me la juego.

Al igual que los culés, desde que Xavi dejó el club supe que su destino era ser entrenador de Barcelona, pero con un resultado muy diferente al esperado. Pensar que la historia se repite sólo porque sí es una fantasía. Xavi no ha demostrado nada como entrenador y tiene que darle vuelta a una situación que es sumamente cuesta arriba con una plantilla que, siendo honestos, no está para competir por todo; en un equipo donde queda cada día más claro que tener a Messi tapaba muchas situaciones que estaban allí, sólo que se prefería mirar hacia otro lado.

Espero que después de esto, en Barcelona entiendan que el problema va más allá del entrenador. Que aunque en el banquillo esté Valverde, Setién, Koeman o Xavi, este Barcelona no va a volver a ser el de antes. Creo que Xavi es una persona que entiende el fútbol de una sola manera y que no está dispuesto a ver las cosas diferente a como él las ve. Y en una plantilla que innegablemente no tiene el talento de antaño, eso puede jugarle en contra. Sin embargo, estoy seguro que cosas que con otros entrenadores sonaban a excusas como que hay que mejorar la plantilla, que jugamos con niños o las lesiones, ahora pasarán a ser argumentos validos.

Además, Xavi llega en medio de una situación que veo bastante tensa, con un Presidente que por un tema de orgullo no lo quería en el banquillo y que, si hubiera sido por él, no habría sido elegido; pero que tuvo que terminar cediendo ante la presión social y el inmenso clamor popular. Antes que las cosas se empezaran a poner realmente feas, Laporta se lavó las manos con Xavi. Y créanme que por un momento pensé que Laporta se iba a marcar otro "Caso Messi" con Xavi, pero al final el ex-DT del Al-Sadd estuvo dispuesto a pagar la mitad de su claúsula de recisión a fin de dirigir al club de sus amores y cumplir con el deber histórico para con una afición que hace más de dos años clama por él, pero que ha decidido que sea ahora el momento de responder al llamado.

Bueno, al menos estoy seguro de una cosa y es que nos esperan ruedas de prensa y declaraciones bastante divertidas de parte de Xavi. Después de varios años, podremos volver a oírle decir que no ganaron porque el equipo rival se encerró atrás, porque el césped estaba seco, porque el césped estaba alto o mi favorita personal, que a pesar de perder 7-0, el rival no fue superior a ellos y el resultado es superficial. Sin mencionar las innumerables críticas que seguro escucharé contra el Real Madrid y su estilo de juego.

Hoy comienza el Día 1 de la Era Xavi en Barcelona. El de Tarrasa aterriza en Camp Nou con una maleta llena de ilusiones y una lista interminable de cosas por hacer. Sólo el tiempo nos dirá si Xavi Hernández está destinado a ser el sucesor de Guardiola o la decepción más grande en la historia del FC Barcelona.

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En esta nueva sección de la revista llamada TOP Player, condecoraremos al mejor jugador del fin de semana en las grandes ligas europeas; aquel jugador que fue vital para su equipo, que destaco por encima de los demás o que simplemente tuvo una actuación sublime.

Esta semana el galardón pertenece al delantero y capitán del Celta de Vigo, Iago Aspas. El "Príncipe de las Bateas" se destapó con un doblete ante el FC Barcelona, para terminar empatando el marcador en el tiempo agregado, luego de ir perdiendo 0-3 en el descanso. Y es que ya no es sorpresa que Iago Aspas defina partidos de vital importancia para el Celta, ya que viene siendo hace más de un lustro el mejor delantero español; lo que si es sorprendente es que este jugador tenga una especie de veto de parte del entrenador de la Selección española, porque de otra manera no se entiende que un delantero como Morata sea convocado en detrimento de Iago Aspas. El sábado, el gallego tuvo otra gran noche, una de las que la mayoría de las veces suele tener. Pero si esta vez voltearon a verlo, es porque los goles se los marcó al FC Barcelona bajo el "efecto Xavi".

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Roy Makaay marcó el gol más rapido en a historia de la UEFA Champions League. Esto sucedió el 9 de marzo de 2007, en el partido de vuelta de los Cuartos de Final entre Bayern Münich y Real Madrid, disputado en el Allianz Arena. El Real Madrid sacaba del medio, Gago abrió el balón al costado con Roberto Carlos quien lo perdió. Acto seguido, Salihamidzic roba el balón y desborda por la banda para lanzar un centro raso para Makaay, quien remata de primer cómo sólo él sabía hacer, para vencer a Casillas. En total fueron 10.12 segundos los que tardó el neerlandés para aperturar el marcador aquella noche, con un gol que fue vital para la clasificación de su equipo y que será recordado siempre por ser el más rápido en la historia de la Champions.

El suicidio de Robert Enke

¿Puede un deportista profesional caer en un vórtice depresivo que lo lleve a desear la muerte, aún en medio del éxito profesional? Esta es la historia de Robert Enke, uno de los mejores porteros alemanes del siglo XXI y que tuvo una corta vida con un final abrupto. Un portero que no sólo desarrollo miedo a jugar, sino también miedo a vivir.

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La historia profesional de Enke empieza en Alemania, pero su calvario emocional comenzó con su paso por el FC Barcelona. Enke llegó al club blaugrana en el verano del 2002, como petición expresa del Director Deportivo. El Barcelona pasaba por un momento oscuro de su historia moderna y buscaba superar, de una vez por todas, el bache de la era post-Cruyff.

En Barcelona, Enke debería luchar por la titularidad con el antiguo titular Bonano y con el joven canterano, Víctor Valdés. El alemán esperaba ser el titular y la verdad tenía el cartel como para serlo; sin embargo, un impresionante Valdés sumado a la poca confianza que tenía en él su entrenado Louis Van Gaal, sepultaron sus esperanzas de adueñarse de la portería culé.

Pero para Enke esto se trataba más de un asunto personal que de un tema de rendimiento deportivo, lo que lo llevó a obsesionarse con el joven portero de la cantera. No entendía por qué el público aplaudía como loco cuando Valdés detenía un balón sencillo, mientras que él se veía relegado al banco y recibiendo reproches del entrenador.

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Enke también demostró ser muy débil mental y emocionalmente. No tenía ni un solo amigo en Barcelona; se aferró a la idea de que todos estaban en su contra. Además, tenía la constante presión del entrenador de porteros del Barcelona, quien estaba empeñado en que Enke fuera igual a Edwin Van der Sar, portero titular de la selección de los Países Bajos. “Ese balón lo habría sacado Van der Sar” o “tienes que jugar el balón con e interior del pie, como lo hace Edwin”, eran alguna de las cosas que el alemán estaba obligado a escuchar en los entrenamientos día tras día.

Pero la gota que colmó el vaso y marcó el quiebre total de Robert Enke en el Barcelona, llegó en un partido de la Copa del Rey contra el Novelda de la Segunda B. Ese día Enke fue titular y encajó tres goles que supusieron la derrota y eliminación de su equipo. Este episodio fue fundamental en el hundimiento del alemán, ya que se auto-inculpó de forma exagerada por la derrota. Y de nada ayudo que su compañero Frank de Boer lo responsabilizara de la derrota en rueda de prensa. Su fracaso en el Barcelona lo llevó al pozo de la depresión. Ni siquiera terminó esa temporada en el Barcelona, ya que en enero se fue cedido al Fenerbahce de Turquía, donde sufrió una depresión clínica. El fracaso de esa etapa de su vida lo convirtió en una persona vulnerable, angustiada, que vivía con miedo; le asustaban los partidos.

En el siguiente verano, Robert Enke volvió a España de la mano del Tenerife, donde recuperó su nivel y confianza antes de volver a Alemania con el Hannover en 2004. Ese mismo años nació su hija Lara. Lamentablemente la pequeña nació con un defecto cardiaco y falleció dos años después, en 2006. A pesar de su historial depresivo, Enke asumió con mucha entereza su pérdida. Siguió jugando bien, fue nombrado capitán de su equipo y no parecía estar peor que antes.

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Pero la realidad es que esto era una fachada. Robert Enke tomaba anti-depresivos, los partidos le causaban terror y sólo compartía sus pensamientos con su diario personal. Resulta irónico que desde lo deportivo, esta fue la etapa más dulce de su carrera. Se convirtió en uno de los mejores porteros de la Bundesliga, al punto de lograr su convocatoria para la Selección Nacional. Fue sub-campeón con Alemania en la EUROCOPA 2008 y tras el retiro de Oliver Kahn y la baja de rendimiento de Jens Lehmann, Enke se convirtió en el portero titular de Alemania y tenía todos los papeles para serlo también en el venidero Mundial 2010. En 2009, él y su esposa adoptaron a una niña llamada Leila y parecía que ya había superado sus malas experiencias pasadas.

Pero nadie se imaginaba lo que en realidad pasaba por la mente del portero alemán. Nadie hubiera pensado que ese hombre tan alegre, con sonrisa inmensa y que participaba en múltiples causas benéficas, tenía planeado el final más trágico para su vida.

El 10 de noviembre de 2009, Robert Enke de 32 años le dijo a su esposa que volvería a casa tarde porque tenía entrenamiento, pero la realidad es que nunca volvió. Se dirigió a unas vías del tren a las afuera de Hannover; conocía al detalle los horarios y tenía bien armado en su mente el plan que lo conduciría a su destino final. El alemán se arrojó a las vías del tren y cuando este pasó a toda velocidad a las 6:15pm, acabó con su vida y con su pesadilla. Su muerte conmocionó a toda Alemania y al mundo entero. La realidad es que su fracaso profesional en el Barcelona aunado a la prematura muerte de su hija, lo llevó a acabar con su carrera y con su vida, ambas demasiado cortas.

* Curiosidades del Fútbol Sala - @josegonzalito

"Buenas tardes queridos amigos de la comunidad Steem Sports 🏀⚾🏁⚽, quisiera compartir con ustedes una serie de publicaciones que realizaré sobre algunas particularidades y curiosidades de las distintas disciplinas deportivas. En esta oportunidad conoceremos un poco sobre un deporte que en los últimos años a tenido un gran crecimiento y desarrollo y que ha servido para iniciar a algunos jóvenes futbolistas, se trata del Fútbol Sala."

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* Los 7 mejores mediocampistas de 2021 - @ydaniel

"Los mediocampistas son los encargados de crear juego para el equipo y también los responsables de desactivar el juego del mediocampo rival. Cuando un equipo cuenta con un gran mediocampo, normalmente tiene medio partido ganado. Hoy les presento los 7 mejores mediocampistas de este 2021."

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* Corazón de Guerrero - ep. 1 Cambio de rumbo - @edgaruiz

"----------------- Al día siguiente----------------
ANDY BAJA RÁPIDO POR FAVOR ES KEVIN ES IMPORTANTE- me sorprendió Kevin me había dicho que quería descansar hoy así que baje lo más rápido que pude. Kevin tenia una extraña mirada que no pude decifrar
El entrenador murió... - En ese momento todo se sintió diferente..."