Otra eliminatoria que pasa, otro Mundial al que La Vinotinto no va. Después de la última goleada sufrida ante Chile, la Selección venezolana ha quedado prácticamente sin posibilidades de clasificar a Qatar 2022. Muchos venezolanos lo consideran sólo un capítulo más en la eterna historia de ese Mundial imposible para nuestro país, algo a lo que estamos acostumbrados. Pero yo no, porque esto que sucedió con la Selección en ésta última eliminatoria hay que empezar a llamarlo como lo que es: un enorme fracaso.

Sí, Venezuela ha fracasado. Esa antigua forma de pensar de "es lo que somos" o "hicimos lo que pudimos" no cabe en esta situación. Y más grave que eso, las últimas actuaciones de la Vinotinto confirman la muerte de la ilusión para el fanático venezolano. La triste realidad es que hemos retrocedido a donde estábamos hace 20 años: somos de nuevo la Cenicienta de CONMEBOL.

Yo no pido que clasifiquemos al Mundial, en una eliminatoria tan difícil como la sudamericana eso siempre es una tarea complicada, hasta para las grandes selecciones. Pero lo que es inaceptable es que seamos incapaces de competir, de luchar, de mantener el sueño mundialista vivo hasta la última fecha.

Yo, como fanático vinotinto, he perdido la ilusión por ver a mi país jugar. Y no se trata de no ganar (si hay alguien que sabe lo que es apoyar a muerte a la selección a pesar de las derrotas, soy yo), sino el saber que las cosas se están haciendo mal y que es un problema que va más allá de entrenadores o de falta de calidad: es un problema organizacional y directivo, donde quienes dirigen los destinos de nuestro fútbol se han olvidado de palabras como "proyecto", "proceso" o "planificación". Y cuando ninguna de esas palabras están presentes en una selección, las cosas no pueden ir bien.

Resulta impresionante como en un lapso de menos de 10 años pasamos de quedar a nada del Repechaje, a volver al fondo de la tabla en las Eliminatorias. Y este particular viacrucis en el que se encuentra inmersa la selección empezó con la renuncia de César Farías a finales de 2013. Que subestimado y criticado que fue ese proceso de Farías al frente de la Selección, pero cuanto nos dejó. Recordemos que César era la tercera opción para dirigir a la Vinotinto tras la renuncia de Páez y que detrás de su contratación había razones políticas evidentes, pero se respetó el proceso y había un verdadero proyecto futbolístico supervisado por Farías, te gustara o no.

Tras el exitoso proceso de Farías, la ilusión estaba a tope con la contratación de “Chita” Sanvicente, el DT que todos querían. La verdad, poco hay que decir de su paso por la selección, un fracaso total. Lo más importante de este período de la Vinotinto con Sanvicente al frente, es que se empezó a revelar el gran culpable de esta situación: la Federación Venezolana de Fútbol. A través de una carta, 15 jugadores renunciaron a la selección nacional mientras esos dirigentes siguieran al frente de la FVF. Fue así como se inicio esta montaña rusa en el fútbol venezolano que ha causado el deplorable estado actual de la Selección, con una FVF corrupta y que sólo buscaba llenarse los bolsillos de dinero en lugar de priorizar el fútbol. Siendo serios ¿Qué podemos esperar de una Federación donde dos de sus últimos tres presidentes han terminado encarcelados por corrupción y el tercero no está preso porque apenas va llegando?

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Luego, llegó una cara conocida a la Selección en la figura de Rafael Dudamel. No podemos ocultar que Dudamel es un DT muy limitado y que tuvo un manejo de vestuario sumamente cuestionable, que en las primeras de cambio no pudo mejorar mucho lo hecho por Sanvicente; pero la realidad es que después de ese magnífico Mundial sub-20, la Selección logró un gran cierre de la eliminatoria al Mundial 2018, motivado por la incorporación a la mayor de esa joven generación. Aunque se presentaron tropiezos en el camino, la Selección de la mano de Dudamel parecía tener un norte claro y se logró completar una buena Copa América 2019, además de que la Vinotinto logró llegar al puesto 25 del Ranking FIFA, su mejor clasificación histórica.

Sin embargo, apareció de nuevo el gran villano de esta historia, la FVF; y luego de una lucha de poder, la Vinotinto se quedaba de nuevo sin entrenador. Y este es el momento donde todo se fue a la basura de manera acelerada y violenta. Se buscó a Jose Peseiro como un parche, una contratación que nadie entendió de un DT que no conocía nada de nuestro fútbol y que tampoco mostraba interés por hacerlo. Pero dejando eso de lado, empezó la era Peseiro y aunque nos gustara o no, al menos había alguien al frente de la Selección. ¿Pero qué pasó? Todo llegó a su final cuando el portugués renunció porque le adeudaban 6 meses de salario.

Y ya para éstas últimas Fechas FIFA llegó el eterno interinato de Leo González, que algunos vieron con buenos ojos a pesar de tener los mismos malos resultados que Peseiro. Y aunque no creo que Leo González fuera el indicado para el puesto ¿Que mejor momento para apostar por un nuevo proyecto y darle al menos estabilidad a la Selección que este? Pero no, a Leo sólo lo quería como interino y de nuevo la Vinotinto se quedaba huérfana y en el limbo.

Al final, creo que los menos culpables de todo esto son Peseiro y González porque, como mencionaba antes, es un problema que va más allá de un entrenador. Si mañana contratamos a Pep Guardiola de seguro logrará alguna victoria histórica o algún partido de récord; pero en el fondo todo seguirá igual, porque la problemática que aqueja al fútbol venezolana es mucha más grave y profunda.

No señores, no vamos bien, las cosas se están haciendo muy mal. Y los jugadores no están libres de culpa, porque todo este descontrol y falta de liderazgo en la Selección ha dado pie a una ruptura de vestuario evidente, a peleas internas, indisciplinas, actitudes de ego y peleas de diva que honestamente no nos podemos permitir.

Lo que más me duele es ver la forma como se está desperdiciando a la generación más talentosa de la historia del fútbol venezolano. Ver cómo pasan los años sin rumbo y como se pierden oportunidades. En una eliminatoria con rendimientos tan malos de otras grandes selecciones, es para que estuviéramos en la pelea por entrar directo al Mundial, pero así no se puede. Es indignante ver que se logró más con una selección futbolísticamente limitada hace 10 o 15 años, que con los virtuosos que tenemos ahora. Que irónico que César Farías con Bolivia esté peleando con serias opciones por ir al Mundial y nosotros hundidos.

Si queremos soñar con competir de nuevo, lo primero que debe hacer la Federación es conseguir un director deportivo, una persona que organice todas las categorías del fútbol venezolano, priorizando lo deportivo y se esfuerce por llevar la misma línea ideológica y de identidad futbolística. Luego hay que conseguir un entrenador dispuesto a dirigir un proceso a largo plazo, donde no se le pidan resultados inmediatos y darle total apoyo, da igual si es extranjero o no. Acto seguido, hay que darles gracias a Salomón Rondón, Tomás Rincón y Roberto Rosales, y dejar de convocarlos con la Selección. Es un sin sentido que sigan viniendo a competir por nada jugadores que no van a estar presentes en el siguiente ciclo eliminatorio. Finalmente, hay que olvidarse de Qatar y tomar el resto de las eliminatorias como una gran "pre-temporada", como el inicio de un nuevo proyecto hacia el Mundial 2026 y más allá.

Pero conociendo a los personajes, lo más probable es que nada de esto suceda, todo seguirá igual. Y mientras que desde los cimientos del fútbol venezolano no haya cambios verdaderos y el fútbol no sea lo más importante, yo no veré más a la Vinotinto. Pueden llamarme como quieran, al final si alguien ha apoyado desde siempre a la selección soy yo, pero no voy a perder mi tiempo viendo a una Selección que no tiene ni pies ni cabeza. Es que yo no pido ir al Mundial, yo solo quiero competir, tener esperanza, ilusionarme así al final siempre quede roto mi corazón. De eso trata el fútbol, de ilusión; y mi ilusión por la Vinotinto me la han robado. Mientras las cosas sigan igual, no iremos a Qatar ni a ningún lado.

• Naufraga el United y peligra el puesto de Solksjaer. Una nueva derrota para el Mancher United, esta vez por marcador de 4-2 ante el complicado Leicester. Los dirigidos por Solksjaer no pudieron completar un buen partido, donde se vieron ampliamente superados por los foxes. Esta es ya la cuarta derrota para el United en la temporada y desde Inglaterra ya se manejan alternativas para reemplazar al noruego en el banquillo red devil.

• Batalla campal en la Serie A El partido Lazio – Inter estuvo marcado por una bronca monumental que se armó en el campo. La situación se dio luego de que Felipe Anderson marcara el gol de la remontada para la Lazio. Durante el transcurso de la acción, un jugador del Inter se encontraba tendido en el suelo, cosa que desató la furia de los jugadores nerazzurri. Se esperan acciones disciplinarias de oficio para ambos equipos.

• Vuelve Haaland, vuelven los goles El Borussia Dortmund se impuso 3-1 ante el Mainz en su partido del fin de semana. El encuentro estuvo marcado por el doblete del noruego Erling Haaland, quien veía puerta luego de un mes sin acción. Con sus goles, Halaand se posiciona como máximo goleador de la Bundesliga, junto a Robert Lewandowski.

• Susto en la Premier League. El encuentro entre Newcastle y Tottenham tuvo que suspenderse, al menos de manera momentánea, para atender a un fanático que sufrió un paro cardiorrespiratorio. Fue el jugador del Tottenham Sergio Reguilón, quien percibió lo que sucedía en las gradas y avisó al árbitro, que inmediatamente detuvo la acción para que pudieran atender al aficionado. Este fue trasladado al hospital y se encuentra fuera de peligro.

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La extraña vida de John Guidetti

Por lo general, cuando los futbolistas hablan sobre su niñez estamos acostumbrados a escuchar que tuvieron una infancia difícil, marcada por la pobreza, la carencia, la guerra, la delincuencia, etc…y que el fútbol se convirtió en su salida a todas esas situaciones. Sin embargo, hay un jugador cuya niñez carece de matices tan trágicos; pero que a pesar de nacer en el seno de una familia acomodada económicamente, vivió experiencias que marcaron su vida y su personalidad para siempre. Se trata del sueco John Guidetti, un futbolista con una vida más que peculiar.

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Para ser más específicos, su nombre completo John Alberto Fernando Andres Luigi Olof Guidetti. Con ese nombre fácilmente pudiera tratarse de un monarca de algún reino europeo, pero decidió dedicarse al fútbol. Dentro del campo, Guidetti siempre ha destacado por ser goleador, con un físico extraordinario, capacidad asociativa y un toque distintivo de calidad. Cuando empezó a despuntar en su país no tardaron en salir a relucir las comparaciones con Zlatan Ibrahimovic. Pero más allá de sus cualidades futbolísticas, lo que más llama la atención de este “vikingo” es su curiosa historia, porque a sus cortos 29 años tiene una gran cantidad de vivencias que han forjado su particular carácter, tanto dentro como fuera del campo.

África mía.

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El amor que desarrolló el personaje de Meryl Streep por Kenia y su gente en este film, sólo es superado por la conexión que existe entre John Guidetti y este país africano. Cuando John tenía sólo 3 años, su familia decidió mudarse a Kenia. Su padre, quien era un exjugador de rugby de origen italiano, fue designado como director de una escuela sueca en Nairobi, la capital de Kenia. Fue allí donde Guidetti tuvo su primer contacto con el fútbol. Tras pasar una temporada de vuelta en Suecia, la familia Guidetti decidió regresar a Kenia debido a la inmensa pasión que sentían por el país.

Él era el único niño de piel blanca de la zona, pero eso no le impedía juntarse con el resto de los niños detrás del balón. Fue en una cancha de tierra, con dos piedras como porterías y jugando con los pies descalzos, donde Guidetti descubrió su amor por el fútbol. El pequeño John, en medio de su inocencia, sólo quería jugar con el resto de los niños, ignorando las inmensas diferencias raciales y sociales que lo distinguían del resto. Jugando allí, con los pies llenos de tierra, John aprendió una o dos lecciones de vida que lo marcaron para siempre.

Su padre decidió fundar un equipó llamado Impala Bromma Boys, un equipo filial del Brommpojkarma sueco para que su hijo pudiese jugar. Sus entrenadores en Kenia siempre dijeron que había otros chicos que jugaban mejor que él, pero que nadie era tan trabajador como John. En total fueron 5 los años que pasó John Guidetti y su familia en África, una etapa que le ayudo de forma decisiva a desarrollarse como futbolista y como persona.

En 2006, Guidetti regresa a su natal Suecia con su familia. Allí empezó su carrera profesional con el IF Brommapojkarna donde rápidamente empezó a llamar la atención de los grandes clubes de Europa, debido a su talento innato. Finalmente fue el Manchester City quien se hizo con los servicios del sueco, que en ese entonces tenía apenas 15 años. Su fichaje respondió al pedido de su compatriota Sven-Göran Eriksson, quien era el entrenador del equipo citizen.

Una carrera truncada por una hamburguesa.

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Debido a su juventud, el Manchester City empezó a buscar cesiones para que Guidetti pudiera contar con los minutos que necesitaba para seguir desarrollándose como futbolista. Desde una cesión a su ex equipo en Suecia hasta un paso por el Burnley; hasta que llegó cedido a los Países Bajos y explotó todo su talento.

En 2011 Guidetti llega cedido al Feyenoord de la mano de Ronald Koeman. El sueco cuajó una temporada de ensueño donde con tan sólo 19 años hizo suspirar a toda Europa con sus innegables dotes como goleador. En sólo una temporada dejó huella al marcar 20 goles en 23 partidos, convirtiéndose en la estrella del equipo neerlandés y confirmando el brillante futuro que le esperaba.

Sin embargo, el día de su vigésimo cumpleaños todo cambió. Fue a cenar hamburguesas junto a su novia y sus amigos para luego descubrir la fiesta sorpresa que habían armado para él en un club nocturno. Pero a pesar de la alegría del momento, John empezó a sentirse mal y tuvo que marcharse a casa. Los intensos vómitos no lo dejaron dormir aquella noche.

Diez días después regreso a los entrenamientos con el club, pero cuando intentó ponerse los pantalones, perdió el equilibrio y cayó al suelo. Fue llevado de emergencia al hospital. Tras examinarlo descubrieron que un trozo de pollo en mal estado de la hamburguesa que comió le había causado una infección y los anticuerpos generados por su organismo habían afectado su sistema nervioso, además de evaporar la musculatura de sus piernas.

Fueron dos años enteros los que John Guidetti tuvo que permanecer fuera de los terrenos de juego debido a esta pesadilla que vivió y que hizo que muchos dieran su prometedora carrera por muerta. Sin embargo, Guidetti jamás se rindió. Comenzó a luchar y trabajar, y poco a poco los resultados comenzaron a llegar, hasta que pudo jugar de nuevo al fútbol de manera profesional.

“Super Guidetti”.

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La realidad es que este incidente marcó de forma significativa la carrera de Guidetti y nunca volvió a ser el mismo. Fue de cesión en cesión sin poder recobrar su mejor nivel. Pero no creo que podamos decir que se trata de otra joven promesa que jamás llenó las expectativas que habían depositado en él. La verdad es que de no ser por el incidente que sufrió en los Países Bajos, hoy podría tratarse sin ningún problema de uno de los mejores delanteros de Europa.

Además, lo que menos podemos decir de él es que se trata de un fracasado. Ha logrado jugar en grandes clubes de Europa como el Manchester City, Celtic, Feyenoord, Celta de Vigo; y donde quiera que fuera ha marcado goles convirtiéndose en ídolo de la afición. Todo esto sin mencionar que se coronó campeón europeo sub-21 con Suecia en 2015 y representó a su país en la EUROCOPA 2016 y el Mundial Rusia 2018.

Pero más allá de sus logros como futbolista, creo que su título más importante es la clase de persona que es. Su carisma es innegable y no es casualidad que en todo club al que va, se roba el corazón de los aficionados. Desde canticos en su honor en los Países Bajos, hasta hits musicales ganadores de discos de platino que resonaban cada vez que marcaba en Balaídos y en todas las discotecas de Vigo.

Y aún en medio del éxito no olvida sus orígenes. Su inmenso amor por Kenia y la experiencia que vivió allí lo motivo a fundar la Guidetti Foundation, una fundación que ayuda a través del fútbol a los niños más desfavorecidos de los barrios marginales de Nairobi (Kenia). De hecho, cada uno de los goles que marca los dedica a esta fundación, al celebrar haciendo un símbolo de corazón.

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No hay duda de que la vida de John Guidetti es más que curiosa, escapa de casi todos los estereotipos relacionados con los futbolistas. El sueco nunca ha perdido la perspectiva y siempre se considera un aficionado más de este hermoso deporte. Desde ser incapaz de negarle algo a un fanático hasta ser un showman sin remedio y aprender a hablar español viendo películas, pasando por su lado más caritativo y humano; John Guidetti representa una especia en peligro de extinción dentro del mundo del fútbol, en el cual se esfuerza por sobre todas las cosas en ser mejor persona cada día. La realidad es que este gigante sueco jamás ha dejado de lado al niño que lleva dentro de él.

“Si me preguntas como era cuando tenía tres años, creo que era exactamente igual. Está bien, ahora soy un poco más grande, tengo barba y alguna responsabilidad; pero nada más”

* Lo mas destacado de las eliminatorias mundialista- @josedavid06

"Tal vez no es el primero, tal vez alguien hizo algo peor, tal vez no será el último lo que si es seguro es que deja en tela de juicio y mucho que desear de un jugador de futbol profesional que cooooobraaaaa por hacer lo que ama hacer, pienso que no es propio de un futbolista cuya afición tiene esperanzas puesta en su talento y destreza que además esta en una seleccion carente de buenos resultado y que su habilidad dentro del campo ayudan y mucho a un pais que siente como un masaje de "spa" el triunfo de algún atleta criollo."

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* Háblanos en 400 palabras de tu jugador de fútbol favorito| El Rey PELÉ| - @adelvalle

"Sin duda alguna es un hombre que supo ganarse el corazón del mundo, no sólo con sus espectaculares jugadas, sino con su buen corazón y por ser amable y cariñoso con el público que lo admira. Humildad, dedicación y grandes esfuerzos que a lo largo de su carrera rindieron frutos para este astro del balón, que a pesar de venir de un hogar que sufría de extrema pobreza, nunca se rindió y lucho por conseguir lo que quería en la vida, ejemplo de constancia para muchos."

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* Neymar Jr: "No sé si tengo la fuerza mental para seguir lidiando con el fútbol"- @cesaryuliuska

“Este es otro caso que deja muchas enseñanzas. Jóvenes como Ansu Fati, Mbappé y Haaland deben tomar nota, y darse cuenta de los errores que cometen algunos futbolistas. Neymar fue una pieza clave del Barça de Luis Enrique que ganó el triplete. Quisiera pensar que Neymar volverá a ese nivel, y que demostrará que todavía el fin de su carrera no está cerca. Pero eso es casi inevitable. Cuánta razón tena Unzué cuando lo comparó con Ronaldinho.”

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