Que buen tema, y me siento honrado de poder participar en esta iniciativa.
Muchas gracias por la invitación.
Hay personas que son como un café expreso doble: amargos. Pero siempre hay solución a este inconveniente... O lo mezclamos, lo diluimos, o no lo toleramos.
Todo depende cómo se vea el asunto, porque hay personas que parecen no tener remedio ni diluidas en miel de abeja. Gracias por el comentario, amigo. Saludos...