Explorando Más Joyas del Pasado en el Museo. Parte 2.

En mi primera visita al museo de automóviles Savoy, quedé fascinado con la historia y evolución de la industria automotriz. Recorrer sus pasillos fue como viajar en el tiempo, observando de cerca modelos que marcaron hitos y revolucionaron la manera en que nos movemos. Desde clásicos imponentes hasta joyas raras, cada vehículo tenía su propia historia que contar.

Pero una visita no fue suficiente. La curiosidad y el deseo de seguir explorando me trajeron de vuelta, con una mirada más detallada sobre modelos que pasaron desapercibidos en mi primera experiencia. En esta segunda entrega, quiero compartir más descubrimientos, centrándome en algunos de los automóviles más icónicos que captaron mi atención.

Obviamente, ya tenía las fotos guardadas, así que solo me centré en tener más información.

_{Buick Model 45 Touring Sedan de 1921}

Este vehículo fue un clásico en la época dorada y que además incluía en su motor válvulas en su motor y fue pionero en incorporar un arranque eléctrico, para dejar atrás, la forma de encender un carro con una manivela. ¿Se imaginan la vaina?

Definitivamente, conducir uno de estos, en ese tiempo, era símbolo de elegancia y categoría.

Algunos detalles que me impresionaron fue el hecho de que el rin del caucho, era de madera pulida, el repuesto estaba en la parte trasera, era bastante espacioso en la parte trasera y el freno de mano, estaba justo al lado de la palanca de cambios.

¡Miren esta joya!

_{Diamond T Truck de 1934}

La historia del Diamond T no terminó en los años 30. La compañía siguió fabricando estos impresionantes camiones hasta 1967, cuando se fusionó con otra empresa. Aun así, este modelo sigue siendo una joya para los coleccionistas y amantes de los vehículos clásicos.

Mientras leía la descripción junto al camión, me di cuenta de que tenía frente a mí una verdadera pieza histórica. No era solo un camión de carga; era un símbolo de elegancia y resistencia, una combinación poco común en su época. Su diseño robusto y a la vez estilizado lo hacía destacar, y al verlo de cerca, entendí por qué sigue despertando admiración. A continuación, les comparto algunas fotos para que ustedes también puedan apreciarlo.

Si sientes que volviste al pasado hasta aquí, prepárate para volver al futuro.

Si hay un auto que logró trascender el tiempo—literal y figurativamente—ese es el DeLorean DMC-12. Más que un simple vehículo, se convirtió en un ícono cultural gracias a su papel protagónico en la saga Volver al Futuro. Con su diseño futurista, puertas de ala de gaviota y carrocería de acero inoxidable, parecía salido de otra dimensión, incluso antes de que el cine lo convirtiera en una máquina del tiempo. Hoy, este modelo sigue despertando admiración y nostalgia, no solo por su apariencia única, sino por el impacto que dejó en la historia del cine y del automovilismo.

¡Santo Dios! Jamás pensé que vería tan cerca este auto que marcó mi infancia y mi imaginación.

_{DeLorean DMC-12, 1981}

¡No podía creerlo!

Frente a mí, tenía nada menos que el legendario DeLorean DMC-12, el auto que nos hizo soñar con viajes en el tiempo en Volver al Futuro.

Verlo en persona fue como dar un salto directo a los años 80, a ese universo donde el futuro parecía estar al alcance de un rayo y una pizca de plutonio. Lo observé de cerca, con su diseño futurista, sus icónicas puertas de ala de gaviota y ese brillo metálico que parecía gritar '¡vamos a los 88 millas por hora!'.

Deossss, vi muchas veces esa saga.

Más que un simple auto, este DeLorean es una cápsula del tiempo que nos recuerda cómo el cine puede inspirar la realidad. Quién iba a pensar que algunas de las locas ideas de la película, como las videollamadas, las zapatillas que se ajustan solas, los drones, y el pago sin contacto, hoy serían parte de nuestra vida diaria. ¡Definitivamente, un momento inolvidable!

Y el siguiente auto captó también toda mi atención porque estaba sobre una base de espejo por medio del cual podía ver su construcción por debajo; Les presento al Oldsmobile Curved Dash Runabout de 1903 Este no era solo un automóvil, era la máquina que revolucionó la industria y llevó la movilidad a las masas. Su diseño, con el frente curvado, parecido a un trineo, lo hacía inconfundible. Y al pensar que este fue el primer coche producido en masa en los Estados Unidos, me hizo sentir como si estuviera presenciando la esencia misma del comienzo de la era automotriz.

_{Oldsmobile Curved Dash Runabout de 1903}

Imaginarlo recorriendo caminos de tierra, sin semáforos ni carreteras asfaltadas, me transportó a un tiempo en el que conducir era una auténtica aventura; Con un motor de un solo pistón, entregaba 4.5 caballos de fuerza, con lo que podía alcanzar 32 kilómetros por hora de velocidad, que para la época, era bastante veloz y accesible para la gente.

Sin duda, un verdadero tesoro sobre ruedas que marcó el inicio de todo lo que hoy conocemos en el mundo del automóvil.

Y ahora venimos con un auto especial para la época y para la "élite"; Me refiero al Ford Model A Town Sedan de 1931.

_{Ford Model A Town Sedan de 1931}

Con un motor de 4 cilindros y 40 caballos de fuerza, permitiéndole alcanzar velocidades de hasta 105 km/h (65 mph), una cifra bastante respetable para su época. Su conducción era más suave y confiable gracias a mejoras en la suspensión y transmisión.

El Ford Model A no solo fue un éxito comercial, sino que también se convirtió en un símbolo de status para quienes podían permitirse un automóvil más sofisticado en plena Gran Depresión. Este modelo fue el primer automóvil de Ford en llevar el icónico logo ovalado azul que todavía se usa hoy en día.

Un dato curioso, al menos para mí, es que el primer Ford Model A de producción, fue entregado personalmente a Thomas Edison en 1927, como un gesto de amistad por parte de Henry Ford y también fue muy popular entre la mafia de la época, debido a su fiabilidad y velocidad, lo que lo hacía ideal para fugas rápidas en tiempos de la Ley Seca.

El Ford Thunderbird 1955, fue la respuesta de Ford al Corvette de Chevrolet, pero con un enfoque diferente: en lugar de ser un auto deportivo puro, se diseñó como un "carro de lujo personal", combinando potencia con comodidad y estilo, convirtiéndose en un éxito instantáneo, pues superó las ventas en su primer año, con 16.000 carros vendidos contra los 700 que vendió Chevrolet.

Algo que llamó mi atención, es que no tenía asientos traseros, y fue diseñado solo para dos personas, al ser la competencia del Corvette. Este automóvil hizo boom en la historia, y se convirtió en todo un ícono, cuando apareció en la película American Graffiti, y todavía más cuando, en la vida real, Marilyn Monroe, lo condujo. ¿Te estáis dando cuenta?

Ahora veamos al Ford Model A Sport Coupe de 1930

_{Ford Model A Sport Coupe de 1930}

Este icónico automóvil, con su elegante combinación de dorado y blanco, no es solo un carro antiguo de 95 años, sino que es el alma de cada partido en la casa del equipo de fútbol americano del Instituto de Tecnología de Georgia. Cada vez que arranca y se abre paso hacia el campo, el rugido del motor de 4 cilindros y 40 caballos de fuerza, con los cuales puede alcanzar 105 kilómetros por hora, despierta una ola de emoción entre los aficionados, uniendo generaciones en una tradición llena de orgullo y pasión.

El que pueden ver en las fotos es una réplica fiel, pero el original sigue más vivo que nunca. Año tras año, un grupo selecto de estudiantes, conocidos como el "Ramblin’ Reck Club", se encarga de cuidarlo con esmero, asegurando que esta leyenda sobre ruedas siga en marcha como lo ha hecho desde hace décadas. Porque más que un coche, es un símbolo que nunca deja de rodar.

Hay que decir también que, el primer modelo adquirido para este fin, fue un Ford Model T, pero en 1961, se compró este modelo que aún sigue contando historia en este Estado.

Y pues, dejaré esto hasta aquí para los amantes de los autos, y por supuesto, de los museos, pues, estos encierran muchas historias poco conocidas por la nueva generación.

Si te perdiste la primera parte de esta aventura, puedes dar clic en el siguiente enlace: Mi visita al Museo de Automóviles Savoy. Parte 1.

Este post ha sido añadido al proyecto #steem-atlas

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