Concebir un hijo es un acto tan hermoso que implica necesariamente un hombre y una mujer, al transcurrir los días paulatinamente la mujer siente esa nueva vida de dentro de su ser, al lado de ella su compañero toca con ternura su vientre ya que anhela poder sentir como lo manifiesta ella, esa nueva vida que ambos han creado con amor.

Él le acompaña y observa su vientre abultado, sus expresiones de dolor de parto, al nacer el niño, también emocionado, su corazón se exalta, es como un sueño. En su corazón se entrelazan sentimientos de emoción y amor hacia un ser que ha nacido con su sangre, genes y facciones, sin embargo, es un ser único e inigualable.

Sumado a lo anterior, llega el momento de llevarle a la escuela, está nervioso quizás más que el niño, pero confías que con los consejos y enseñanzas tu primogénito ahora se enfrenta a la escuela, ya no estará a tu cuidado solo bajo la observación de un docente en el que confías.

También considero que es padre aquel que no concibe, pero cría, guía y orienta al niño con amor y respeto.

Ser padre es un regalo que muchos saben valorar y son de admirar, en esta semana especial te quiero honrar, a ti Padre que tu amor das, tu ejemplo tenaz de amor y sacrificio, ya que como una joya preciosa observas día a día ese diamante que es el fruto del amor.

Ser padre es tener conciencia de la responsabilidad que implica guiar a tu hijo, como ser humano, como ciudadano.

Para culminar, valoro el hombre que se esfuerza, lucha, corrige a sus hijos, ama y respeta a su compañera ya que ambos tienen la más hermosa tarea que no termina nunca. Ser Padres.