Llegamos como a las 10 am, una hora excelente para conseguir un buen lugar para instalarnos, alquilamos un toldo y nos pusimos cómodos, la playa tiene cero oleaje y es como una piscina, caminas y caminas y no te tapa, Anahel quedó encantada por que podía jugar y nadar tranquila.

Nos bañamos bastante, disfrutamos del agua cristalina y arena blanca, de ese sol radiante y de las bondades de nuestro país, un parque nacional hermoso y con tanto para conocer que nos hace querer volver.

Es la 3era vez que vengo, nunca es igual a la vez anterior por que siempre este pueblo y este parque nos enamora con algo nuevo.

Para almorzar pedimos 3 platos de coro coro frito con tostones, ensalada y arepa, fui hasta el local a elegirlos y ver como estaban de fresquesitos, mi esposo me manda siempre a mi por que sabe que como buena oriental voy a elegir los pescaditos mas frescos y gorditos.

Por los 3 almuerzos bien resueltos pagamos 24$, un precio igual que en tierra firme, valió la pena cada dolar pagado en este día.

Disfrutamos de gratas charlas y buenos silencios, de ver a los bañistas disfrutar también, de ver a Anahel ser libre y feliz en esa playa tan sabrosa.

Invité a Anahel a caminar por el borde de la playa a buscar trozos de arrecife y caracolitos, ella encantada aceptó. fue muy lindo verla buscar entre las piedras con cara de sorpresa al ver las caracolitas tan lindas que encontraba.

A las 4 pm despues de un día maravilloso volvimos a la posada a darnos un baño para salir por el pueblo, mi esposo nos invitó a comer helado y no rechazamos la propuesta jejeje.

Pasamos por la casa de artesanías para comprar un imán y sumarlo a mi colección de imanes, el lugar es muy lindo y colorido, hay de todo un poco para comprar y guardar de recuerdo.

Aprovechamos de cenar de una vez unas empanaditas de mariscos que son muy populares en el pueblo, habían varios puestos de estos, por lo que elegimos uno y ahí nos instalamos a comer empanadas con malta, tostaditas y con sabor a mar, una nota de verdad.

Luego de cenar volvimos a la posada a descansar y a planificar el siguiente día, seguir el camino a un 3er día de playa.

Sin duda un día más para agradecer, fue perfecto, no faltó nada, no sobró nada, fue sencillamente hermoso y bendecido y no lo digo por lo material sino por lo afortunados que fuimos de vivir un día así, en familia cultivando recuerdos.

_{todas las fotos fueron captadas con mi Redmi note 12S}