¿Buscar la felicidad es malo?

Hola qué tal queridos parceros. Bienvenidos una vez más a una nueva entrada. El día de hoy quiero hablarles un poco sobre la búsqueda de la felicidad.

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Si nos ponemos a ver, parece que nos reforzaron bastante eso de "buscar la felicidad" a través de los medios de comunicación, las películas, series, best-sellers y así. Por eso cuando hay alguien se opone a esta idea en internet ya uno se pone como a la defensiva, como diciendo, "si no vamos a buscar la felicidad, ¿Qué vamos a buscar?.

Pero bueno, vamos a ver por qué hay personalidades del internet que se oponen a buscar la felicidad. Lo primero que se me ocurre es que el término "felicidad" seguramente lo están entendiendo de manera diferente en la sociedad moderna actual. Y es lógico porque hoy en día lo que buscamos más que nada es placer momentáneo de diferente índole, donde figuran también ciertos usos de las nuevas tecnologías.

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Teniendo eso en cuenta, vemos que la gente cada vez se enfoca más en sí misma, en tener más y más gratificación instantánea, pero sabemos que a largo plazo esta es una pésima estrategia. Las consecuencias de esta búsqueda nos llevan a querer asumir cada vez menos responsabilidades y tener cada vez menos tolerancia a las adversidades.

Y hablando de adversidades, quizás otra forma de entender el término "felicidad" es como la ausencia de conflictos. Si es así, buscarla supondría eliminar todos los problemas hasta no tener ninguno. Pero hay un detalle y es que la vida es un constante conflicto. Pequeño o grande, siempre tendremos asuntos que amenacen con tirarnos al suelo y no podemos darnos el lujo de evitarlos.

Esto no significa que la vida sea mala o que estamos destinados a sufrir, sino que tenemos la oportunidad enfrentar situaciones que nos ayudarán a ganar experiencia y fortaleza. Evitar las adversidades nos hace más frágiles.

Hasta aquí todo bien. Pero parece que la nueva realidad ha hecho que la palabra de la que hablamos haya sido algo desacreditada, siendo que ser feliz es sencillamente tener un estado de bienestar. Ahora, sabemos que hay un auténtico bienestar que en algunas ocasiones viene de actividades sencillas pero significativas y, en otras, de las que son profundas, que llenan el alma. Por otro lado, está el bienestar artificial, que es momentáneo e intenso, pero que decae rápidamente, haciendo que ansiemos cada vez más.

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Desde una perspectiva cristiana, nuestra felicidad está en nuestra relación con Dios, sabiendo que aún cuando existan dificultades Él siempre estará ahí para llevarnos de la mano. Así que no es en la autocomplacencia que encontraremos felicidad sino en el agradar a Dios.

Saludos y bendiciones.