El "Dato Curioso del Día", es una paloma atrevida, si señor, así como suena y se lee. Se acerca tímida al balcón del apartamento “hecha la paisa” y empieza a picotear cualquier cosa que esté ahí acumulado como semillas u otra cosa que cae de apartamentos más altos. Cuando la veo llegar, solo la observo a distancia; ella se detiene tratando de mirarme con sus movimientos nerviosos, sin embargo a veces se detiene para enfocar, digo yo, su ojo avizor en caso de que me acerque y le dé un susto.

Esto sucede en las mañanas, sobre todo cuando el apartamento está en silencio, entonces, escucho un revoloteo por el balcón de la cocina, me asomo y la encuentro en el piso, caminando cual dueña del sitio espiando por los rincones con sumo cuidado para no hacer ruido, pero termino espantándola suavemente como quien no quiere para saber de qué se trata, aunque me han dicho que quizás busque nido. ¡noo!
Antes venía acompañada de un palomo, ¿o es un palomo el que entra? Yo concluyo que es hembra porque los machos tienen muchos colores. Lo cierto es que ahora la paloma viene sola, se ha atrevido a más. Ahora se posa por el balcón de la sala, yo la veo y la saludo: Hola, que tal, ¿qué quieres?- se me queda viendo sin decir nada con su gorjeo, de pronto abre sus alas y pasa, camina por la sala sin miedo como si fuéramos grandes amigos o la esperara de un café con una charla pendiente. Se coloca en la silla mientras yo permanezco a unos pocos metros de distancia, me levanto, me acerco, ella se baja, me coquetea y termina por subirse de nuevo al balcón, casi la toco pero me esquiva hasta que abre sus alas y se despide.

¿Qué será? Bueno, bienvenida amiga. Hasta otro día, tendré preparado unas galletas y un buen tarro de agua para ponernos al día.