Juan Jacobbo Rousseau decía que el ser humano era un ser independiente y libre por naturaleza, además de pulcro y condescendiente por característica más ávida, y que lo que lo corrompía era la sociedad... Una sociedad llena de odio, en dónde reinaban los malos tratos, los malos hábitos y malas relaciones, de forma que este ser tan limpio era corrompido de manera abrupta al llegar a la colectividad. Después de todo a pesar de que el humano tiene libre albedrío, no se escapa de la sociedad, pues necesita vivir en comunidad para poder adquirir cosas, cosas que banales o no, son inherentes a él, se tiene el caso de las relaciones interpersonales, comerciales e incluso ambientales en cierta medida.

Según el antropocentrismo el ser humano es el epicentro de todo, a través de él se forja todo lo que se conoce y según la ética se deben defender las idiosincrasias morales del mismo antes que cualquier tipo de "Antimoral" o cualquier otra cosa.

¿Esto no suena familiar? Seguramente todos nos hemos sentido insuficientes en algún ámbito o que la sociedad es lo que está mal, alguna traición, algún mal trato, una mala praxis en algún área de trabajo... En fin, cualquier cosa que pueda perjudicarnos. Pensamos que lo que hacemos no tiene nada de malo, y en caso de reconocer alguna falta propia y arrepentirnos, lo hacemos y buscamos en dónde no fallamos para sentirnos mejor. Los problemas que se nos avecinan a todos y cada uno de nosotros nos sosiegan y en muchas ocasiones convierten nuestras actitudes en actitudes erráticas, que en algunos casos ni siquiera podemos atribuirles lógica, después de todo a veces también se actúa por capricho y no por conciliación.

Tener problemas es como nadar en un denso humo. Hay salida, pero no hay cómo encontrarla, sólo hay forma de disipar el humo para abrir aquella puerta que nos espera, y mientras no la conseguimos tenemos dos opciones, una de ellas es tomar nuestro problemas y aspirar ese humo hasta asfixiarnos y no poder más, o por el contrario, buscar la forma de disiparlo lo antes posible, incluso con ayuda, pero lo que cuenta es tener el valor de salir allí y seguir adelante.

Maquiavelo defendía a rajatabla que el ser humano era malo por naturaleza, pues el hombre olvidaba más fácilmente la muerte de su padre antes que la pérdida de su patrimonio, y no era bueno hasta que se demostrara lo contrario...

No estamos solos en este mundo, nuestras acciones tienen repercusión en la vida de los demás, por ello debemos intentar de tener actitudes neutras todo el tiempo, esto debido a lo que en muchos casos es positivo para algunos es negativo para otros, no hablo de satisfacer a las personas, sino a no provocar problemas.

En lo personal me encuentro en la línea de pensamiento de Rousseau, no hay que convertirse en un agente que en vez de promover valores y buenos conceptos de la colectividad, hagan todo lo contrario, mostrando la peor parte del ser humano a las nuevas generaciones, dando como resultado que nuevas personas se hagan con una maldad intrínseca que ni siquiera comprenden por qué la adquirieron o cómo la adquirieron