La felicidad es sin duda uno de los sentimientos más importantes e influyentes dentro de la sociedad, después de todo a través de ella las personas se sienten autorealizadas y satisfechas en todo ámbito, como dice la frase "Cada minuto que estés enfadado pierdes un minuto de felicidad", nos habla sobre la insatisfacción, el temor, la ira y la discordia que para nada hace sentirnos completos, por el contrario, nos hace sentirnos insuficientes, tristes y claro está, volátiles, cuando estamos molestos no somos capaces de razonar con claridad, simplemente nos dejamos llevar por nuestros impulsos, siendo heridos por otras personas o llegando a herir a los demás a través de nuestras palabras o acciones, perjudicando así a los demás.

Mi felicidad la puedo encontrar muy fácilmente desde la mañana, pues todos los días me levanto frente a mí espejo para decirme que me veo muy bien, así tenga la peor cara del mundo, es mi mejor forma de comenzar mis días, luego con un refrescante baño puedo activarme completamente para mi día.

Hacer las cosas que me gustan como leer, hacer ejercicio, jugar ajedrez, ser parte de grupos de recreación y hacer actividades dentro de ellos, formar parte de la banda escolar, formar parte de las actividades culturales a nivel circuital o todo lo que hago lo hago con la finalidad de yo sentirme más completo, una forma de poner pequeños bloques dentro de mi vida que formen una gran construcción a futuro, para por supuesto formarme como una mejor persona cada día, ayudando a quién lo necesite en el momento que lo necesite para que los demás también alcancen sus metas, y proponiendo incluso objetivos a alcanzar en conjunto para mejorar mi comunidad.

Aunque por supuesto, también hallo una gran alegría compartiendo con las personas que me hacen feliz, ya que ellas son un pilar fundamental en mi formación y en mis momentos más difíciles, son las personas que me dan ánimo para seguir persistiendo en alcanzar mis metas, por lo que tener a esas personas cerca es muy importante (al menos para mí).

Somos seres humanos, por supuesto que algún día habrá algún desacuerdo con alguien, sin embargo hay que buscar la forma de llegar a un nivel muy bajo de discordia, pues la discordia sólo trae malos momentos, momentos que en algún punto sólo serán recuerdos, recuerdos que cuando los veamos en lo más profundo de nuestras cabezas simplemente nos sentiremos frustrados, tristes o con algún sentimiento que nos afectará el autoestima, y no hay nada más preciado que nuestra salud mental, hay que dar gracias por estar vivos y sobre todo por lo que tenemos, si no se cree en Dios, hay que dar las gracias al universo, o incluso a nosotros mismos... Hay que darnos las gracias por ser quiénes somos y en qué nos convertiremos.

¡Muchas Gracias!