No te subestimes ni te minimices
No te descalifiques ni te menosprecies.
Asume tu realidad con valentía
y afronta el reto de superar tus inferioridades.
Nadie es mejor que tú.
Adopta el mejor concepto de ti mismo y segue adelante.
No te detengas en las frustraciones.
No olvides que las caídas son para levantarse.
No tengas el peor concepto de ti mismo.
Eres un ser humano muy especial a los ojos de Dios.
Confía en las capacidades y habilidades que hay en ti.
Medita en lo valioso que eres
y afronta tu realidad con el amor que mereces.
Cuando hables de ti, no te rechaces.
Habla con firmeza de tus principios y valores.
El dinero no te hace ni aumenta tus principios.
Eres más valioso que el precio del oro y la plata.
No te menosprecies ante las circunstancias
y disfruta cada reto como una oportunidad para superarte.
La felicidad no está fuera de ti.
La llevas dentro
y eres el responsable de encender su llama.
Busca siempre resolver los problemas
y confía en que tienes el poder para hacerlo.
El éxito no llega de un solo intento
El éxito llega de varios intentos y caídas.

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Si aprendes la lección, entonces no te castigues.
Sé amable contigo
y celebra tus éxitos y aprende de tus derrotas.
No te castigues con palabras negativas
y afronta cada reto con tu inteligencia.
No te mires al espejo para ver tus defectos
Mírate al espejo para ver lo fuerte que eres en tus debilidades.
La derrota llega con el aprendizaje
y levantarse significa saborear la victoria.
Usa palabras que suavicen lo duro
y acepta que eres sensible y humano.
Cometer errores es parte de la vida
y aprender de ellos es el principio de la humildad.
Sé amable contigo
y disfruta de los éxitos y los fracasos.

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