Buenos días a toda la comunidad steemitiana, quería contarles que el fin de semana estuve en Palau nuevamente.
Esta vez la compañía fue otra, si bien fuimos con Laura que es la dueña de casa, también fuimos con Idoia una amiga.

¡Por lo tanto, este fin de semana fue de mujeres!

Antes de contarles estrictamente el fin de semana en Palau, necesito hacer una parada técnica en Barcelona. Llegué a eso de las 1930 porque antes tuve algunos pacientes.

Habíamos quedado salir para Palau el sábado por la mañana, por lo tanto, el viernes me quedaba a dormir en la casa de Idoia.

Un rato antes de salir para Barcelona me cuenta que falleció el abuelo de un colega, entonces iba a un rato al “tanatorio”.

Palabra que me llamo mucho la atención, aquí es España se estila también llamar al velatorio tanatorio, y tiene mucho sentido ya que tanatos es muerte en griego.

¡Estos españoles cada día me caen mejor!

Así que lo que hice fue sentarme a tomar una cerveza (no me cuesta nada) y hacer tiempo hasta que ella saliera del tanatorio, como mucho una hora.

Cuando la cerveza estaba promediando el medio vaso, Idoia me manda un mensaje diciéndome que los amigos incluido el nieto del difunto, querían hacer una “fiestita”

Si me apetecía ir con ella.

En esos momentos me debato bastante, porque la realidad es que, es mucho el viaje de Manresa hasta Barcelona, estas últimas semanas estuve haciéndolo bastante y por qué tenía que tomarme el subte y no tenía muchas ganas de seguir dentro de un medio de transporte.

Es todo mentira ( esto es así, es el minuto a minuto, mientras escribo me voy mintiendo, y reculo) son excusas que me pongo porque en realidad lo que me pasa y por suerte son batallas que voy ganando es que, tenía algo en la cabeza y cuando me cambian los planes me pongo fastidiosa.

Pero también tengo siempre (gracias a quien sea, universo, padres, astros) esa lucecita titilando que me dice ¡anda a divertirte ¡

Entonces esa lucecita siempre está ahí, y cuando aparece algún plan donde voy a conocer gente nueva, distinta, se vuelve una luz de neón que me encandila.

FUI

¡Me la pase tan bien!

¿entienden que esta gente acababa de enterrar un muerto? Eso fue una FIESTA como ninguna

No solamente porque esta peña sabe cómo divertirse (tienen 10 años menos) no es un dato menor, sino porque se conocían todos desde hace mucho tiempo y se notaba la familiaridad y la confianza.

Hombres con una sensibilidad que me sorprendió, una calidez, buscando el contacto, el abrazo, sin segundas intenciones, solamente buscando la cercanía.

¡Mujeres que me hicieron partir de risa, unas ganas de VIVIR!

Así que llegue a las “fiestita” a las 21 y nos fuimos casi a las 2 am. No podíamos quedarnos más, mañana se enterraba un muerto.

Dentro del grupo había 4 primos, todos nietos del abuelo “Rosendo” alzaban la copa y repetían que esto era lo que él hubiese querido.

Que celebraran su vida, no que lamentaran su muerte.

¡Yo flipaba!

Estoy cada vez más españolizada.

Al otro día nos despertamos a eso de las 9 y nos dirigimos a Palau.

Nos tocaron dos días maravillosos, a puro sol. Aprovechamos para hacer caminatas, tomar mate cerca del lago congelado.

Idoia ya tiene su propio mate, me encanta que a los españoles les guste el mate, para mi significa muchísimas cosas, es mucho más que una mera infusión.

A la tarde nos sentamos a almorzar en uno de los pocos lugares que quedaban abiertos y comimos riquísimo.

la butifarra aca es como el chorizo en argentina, asi que la argentina se hizo un "butipan" en lugar de choripan

Luego caminamos un poco por el centro de la ciudad, había bastante gente, toda muy abrigada porque realmente hacia mucho frio. Y pasamos por el supermercado a comprar provisiones.

Algún vino, un quesito, una tortilla de papas, una empanada gallega.

Comimos y estuvimos charlando mientras nos calentábamos en el fueguito.
Creo que es una de las cosas más lindas de pasar el invierno en lugares muy fríos, la posibilidad de prender un fueguito.

A la mañana siguiente nos hicimos un súper desayuno, y como Laura no quería salir a caminar, salimos con Idoia.

Fue una caminata contemplativa, caminamos sin rumbo y ante la posibilidad de perdernos, pero caminamos igual, ¿qué podía pasar?

Estuvimos en silencio la mayor parte de la caminata, ¿Cómo algo tan simple como caminar en silencio puede traer al principio tanta incomodidad?

¿Quién dice que dos personas pueden acompañarse solamente hablando?

En el silencio también hay compañía, también hay compartir.

Idoia es muy charlatana, y ese mote parece que no puede sacárselo y le pesa.

Cuando volvimos de la caminata Laura hizo mención a algo de esto, y se sorprendió cuando le contamos que estuvimos en silencio.

Idoia me agradeció por haber podido permitirse salir de ese “mote” de mujer habladora, darse a conocer desde otra arista.

Eso pasa cuando salimos de ciertos lugares que nos son familiares. Y estamos ante otro desconocido, es como si ante la mirada de eso otro no familiar, uno pudiera ser. Un ser distinto, otro

Yo le agradecí a Idoia por sacarme de mis estructuras mentales proponiéndome planes espontáneos y sobre todo por permitir que esa lucecita que titila dentro mío, que es la que me dice que tengo que divertirme más ¡se muestre brillante y luminosa!

Fue un hermoso fin de semana, que tuvo de todo y lo más importante, la gente, la peña como le dicen acá.

Los vínculos
Siempre los vínculos

Con amor,
Sol

pd, les muestro mi power up de la fecha!