Después de 8 meses de separación del abuelo Orlando y su nieto Jesús Orlando, motivados principalmente a la pandemia, lo que impidió visitarnos como regularmente lo hacíamos, pero fue un dulce reencuentro, cuando después de su periodo vacacional cómo puedo llegar a la casa de sus añorados abuelitos en San Fernando de apure, donde pasaría unos 15 días y el nieto se siente completamente feliz en su amplia y cómoda casa, además él es el centro de atención de toda la familia, tíos, tías primos y amigos, que lo miman y se identifican con sus múltiples actividades, que complementan su estadía de paz, amor, tranquilidad, armonía y bienestar.

Mi nieto acostumbra a dormir en el medio de nosotros, pues el escogió ese lugar para estar entre sus abuelitos y tenerlos a disposición, al mismo tiempo en su amplia y confortable cama donde le damos al reposo bienestar y dulces sueños para disfrutar.

Esa oportunidad que Dios me brinda de estar con mis hijas y nietos juntos, los aprovecho para llenarme de ti, de nuestras miradas, de nuestros abrazos, de nuestra sonrisa, pues mi nieto por ser el menor nos acapara y él se siente muy consentido, además hablamos con el palpitar de nuestros corazones, quiero llenarme de ti, para que en tu ausencia no me falten los recuerdos que llenan mi corazón, después de tu regreso a clases en la ciudad de Valencia, donde quede comprometido a visitarte el día de tu cumpleaños, el 17 de octubre, por eso y muchos motivos más quiero llenarme de ti.

De ese dulce imagen corre encuentro de amor, que se desborda de nuestras acciones en la mirada como con esas palabras constantes, qué son como el almíbar al oído, cuando me dices como te quiero abuelo y yo también le contesto con un beso en la frente, así como el tiempo vuela, 15 días se esfumaron, como el agua entre las manos y con lágrimas en sus tiernos ojitos tristes, le dejas un gran vacío en el corazón del abuelito, quién extrañará por las noches, los muchos besitos que nos daban antes de cerrar las ventanas de tus ojos y rezar la oración del ángel de la guarda y colmar nuestros oídos con esas interminables frases, te quiero mucho abuelito y yo también papá tan solo atinaba decirle con mucho amor feliz noche amado nieto.

Quiero agregar para despedirme, que un abrazo de mi nieto es el más perfecto traje, que se ajusta a mi medida, pues tiene talla única y precisa, además chocan y se anudan nuestros corazones para vivir en las ausencias con nuestros recuerdos.

Detrás de un dulce reencuentro con mi nieto, siempre lo acompaña una amarga y triste despedida, donde él me brinda sus lágrimas y deja muy triste mi corazón, por eso y todos los detalles de nuestro reencuentro, quiero llenarme de ti, para que vibren en mí tú recuerdo por eso y muchas cosas más, quiero llenarme de ti.

El amor de un abuelo es más amplio que la inmensidad del horizonte.

@llanorlando