INTRODUCCIÓN

    Sin gozo es imposible que podamos hacer las cosas con el entusiasmo que se merece cada evento en la vida del cristiano. El gozo es como el motor que nos impulsa a llenar nuestras vidas de Cristo e impulsarnos a proseguir a la carrera que tenemos por delante. Es por ello que he escogido de entre la gama de disciplinas espirituales ésta hermosa rama que nos inspira a buscar de entre las experiencias de grandes pensadores y maestros en la fe del cristianismo, como manejaron algunos de ellos éste elemento del fruto del Espíritu que resulta fundamental para caminar en paz con el Señor.

    Entre los grandes podemos encontrar al Apóstol Pablo y a San Agustín de Hipona como marcas referenciales de la gracia salvadora del Señor. Tales han sufrido padecimientos como muchos cristianos y nos demuestran con claridad humana que es el gozo el fruto de una vida devota y en obediencia amorosa a nuestro Redentor Jesucristo.

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LOS CISNES CANTAN DULCEMENTE CUANDO SUFREN

    El gozo es el resultado del éxito de todas las disciplinas espirituales. Entender el verdadero significado del plan de salvación de Cristo para mi vida hace que experimente la real libertad para vivir gozosamente a plenitud. Renunciar a los afanes de la vida y filtrar mis decisiones pensando en lo que es realmente importante hace que la paz de Dios y el gozo sin igual que el brinda a sus hijos pueda ser genuino y forme parte de nuestro estilo de vida jubiloso aún en medio de cualquier circunstancia adversa. El gozo es el resultado de nuestra obediencia nuestro Creador y Redentor.

    Cierto día leí que los cisnes cantan dulcemente cuando sufren, esto me hace pensar en todo el sufrimiento que han tenido que soportar los grandes de la fe y entre ellos no podría pasar por alto al Apóstol Pablo que en su epístola a la iglesia de Filipos los exhorta a vivir regocijados muy a pesar de las pruebas, mencionando la referencia al gozo al menos 16 veces. Escribió la epístola a los Filipenses estando en prisión y en los momentos más tristes de su vida y a pesar de ello no dejó de sentir la plenitud de gozo que se alcanza al estar alineados con la voluntad suprema de Dios.

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    Hannah Whitall Smith en su obra: “El secreto de una vida feliz” define de manera solícita la configuración de una vida plena escondida en Dios. El gozo viene por medio de la obediencia a Cristo y es el resultado de la obediencia a él.

    Sin la obediencia el gozo es vacío y superficial. Pensando en que la obediencia a Cristo es que podremos experimentar de forma genuina e íntegra éste gozo como disciplina en nuestra vida, quisiera traer a colación la vida de el gran San Agustín de Hipona quien en sus confesiones habla acerca de su conversión real al renunciar al pecado por completo y lograr el legado del gozo soberano. He aquí lo que escribió (es posible que este párrafo se encuentre entre los más importantes para comprender el centro del pensamiento de Agustín y la esencia misma del agustinianismo):

Durante todos aquellos años [de rebelión], ¿Dónde estaba mi libre albedrío? ¿Cuál era el lugar secreto y escondido desde el cual era convocado en un instante, para que yo pudiera inclinar el cuello ante tu fácil yugo? [...] ¡Qué dulce fue de repente para mí verme libre de esos gozos estériles que una vez había temido perder! [...] Tú los sacaste de mí, tú que eres el gozo soberano y verdadero. [He aquí las palabras clave y la realidad clave para comprender el corazón del agustinianismo].
Los sacaste de mí y ocupaste su lugar, tú que eres más dulce que todos los placeres, aunque no para la carne ni la sangre; tú que resplandeces más que todas las luces, y con todo estás escondido en nuestro corazón más profundamente que todos los secretos; tú que sobrepasas todos los honores, aunque no ante los ojos de los hombres que ven todos los honores en ellos mismos [...] Oh Señor, Dios mío, mi Luz, mi Riqueza y mi Salvación.

    Esta es la forma en que Agustín comprende la gracia. La gracia consiste en que Dios nos da un gozo soberano en El, que triunfa sobre el gozo que hay en el pecado. En otras palabras, Dios obra en lo más profundo del corazón humano a fin de transformar las fuentes del gozo, de manera que lo amemos a El más que al sexo, o a ninguna otra cosa. En la mente de Agustín, el amor a Dios nunca se reduce a unas obras movidas por la obediencia, o a una actuación del poder de la voluntad.

    Nunca comete el error de citar Juan 14:15

(«Si me amáis, guardad mis mandamientos»)

Y proclamar que el amor es lo mismo que guardar los mandamientos de Cristo, cuando lo que el texto dice es que la guarda de los mandamientos de Cristo es consecuencia del amor que le tenemos. «Si me amas, entonces me vas a obedecer».

    Tampoco comete el error de citar 1 Juan 5:3

(«Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos»)

    Y pasar por alto la observación de que amar a Dios significa guardar sus mandamientos de tal manera que esos mandamientos no sean una carga. Amar a Dios es estar tan satisfecho en Él, y tan complacido en todo lo que El es para nosotros, que sus mandamientos dejan de ser gravosos. Agustín vio esto. Y hoy en día lo necesitamos con toda urgencia para que nos ayude a recobrar la raíz de toda la vida cristiana en el gozo triunfante en Dios que destrona la soberanía de la pereza, la lujuria y la codicia.

    (Piper 2008)"Los cisnes cantan dulcemente cuando sufren" es la paradoja que nos inspira y nos hace pensar en la vida del apóstol Pablo cuando en sus prisiones le dice que al orar siempre pide con alegría por todos los Filipenses.

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    Una grey que estaba viviendo un tiempo de desunión y rivalidad, que a pesar de ser tan generosos, estaban pasando un mal momento. Quizás olvidaban la obra salvífica del Señor Jesús y desplazaron lo realmente importante por cosas infructuosas mostrando desobediencia por no amarse como era justo y debido. La exhortación fue clara, y es que realmente no puede haber gozo sino hay transformación, no puede haber real gozo si no se vive en una vida de completo agradecimiento y dependencia a la soberanía de Dios.

    El pueblo hebreo, la nación escogida por Dios, Israel entendía en el Antiguo Testamento a través de las diversas fiestas que celebraban y entre su Didaché estaba en su esencia la dependencia a Dios al cumplir todos sus mandatos y confiar en el Señor. Al confiar en Dios y sus promesas fieles, al vivir una vida agradecida y contentos con lo que tenemos, al regocijarnos en El Señor siempre cualesquiera sea nuestra adversidad de seguro experimentaremos la inmutable disciplina del gozo en nuestra vida.

CONCLUSIÓN

    En un mundo fiero y amargo, en constantes crisis, ¿Cómo explicarle que el gozo del Señor es nuestra fortaleza? La Biblia como manual de fe y conducta del cristiano nos da la herramientas completas de cómo hacerlo, de experimentar el verdadero gozo que se obtiene siendo agradecidos, confiando en el Señor, depositando todas las cargas en El, no afanándonos por nada absolutamente nada y regocijándonos en Él siempre. Las promesas son alentadoras y es que su Paz nos guardará por completo.

    Que puede ser más importante que amar al Señor de la Creación que nos los ha dado todo y aún más allá de lo que podemos percibir. Ser sensibles a la voz de Dios es más que lo que entendemos fríamente, se trata de renunciar al pecado y comenzar a gozarnos en la nueva vida que Dios nos da, una vida abundante y llena de lo inimaginable. Ser como niños, soñar, confiar, sonreír sin temor, amar como premisa fundamental del ser humano es lo que se aproxima a conllevar una vida de sumo gozo en el Señor.

    El gozo nos fortalece para vivir en todas las demás disciplinas. Las demás disciplinas persiguen fielmente libertarnos de aquellas cosas que han hecho desdichada a nuestra vida durante años, lo cual a su vez evoca una celebración creciente. Así se forma un inquebrantable Círculo de vida y poder. Los cisnes cantan dulcemente cuando sufren, me hizo pensar en que debemos ser como ellos al alabar a Dios con los más precioso que podamos producir y más aún en el sufrimiento, en la prueba, en la ruda lid.

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NOTAS BIBLIOGRÁFICAS

FOSTER, RICHARD. Alabanza a la Disciplina. Editorial Betania, Mineapolis, 1986,
pag. 202-211
PIPER, JHON. La sonrisa escondida de Dios. Editorial Unilit, Miami, 2008, pag. 9.
PIPER, JHON. El legado del gozo soberano. Editorial Unilit, Miami, 2008, pag. 62-63
Barker, Frank. Comentarios Filipenses. Editorial Logoi, Miami, 1978, pag. 63
Biblia versión Dios habla hoy. Sociedades Bíblicas Unidas. Miami, 1989.

También deseo compartir con ustedes otros estudios de escritura y reseñas a considerar:
FEBE: Una radiante servidora
ÉFESO: Realidad situacional
Ministerio Juvenil con propósito II
Pastoral juvenil: Un ministerio juvenil con propósito. Parte I
ALGUIEN PELEA POR NOSOTROS
RUT
PRISCILA

Agradecida por vuestra atención cariñosa, por vuestros comentarios alentadores y upvotes de apreciación.

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