EL DÍA QUE DIOS FUE MUJER. UNA METÁFORA REFLEXIVA

Nos despertamos un día, un domingo por cierto; los religiosos van a la iglesia a adorar a nuestra madre quien creó toda la materia existente en las galaxias que componen el universo, la cual al disponerse crear la humanidad, hizo primero a la mujer y de un seno de ella sacó al hombre; se dice que este último se sintió tentado a causa de una serpiente y mordió una manzana.

Sorpresivamente se entiende que si se dice "la naturaleza", entonces esta es mujer, y por ende es una diosa, no un dios.

Por supuesto ese domingo dudamos, pero por la misma duda repentinamente hacemos conciencia que existe una alta probabilidad que dios es mujer porque todo lo que da vida proviene de la hembra en todas las especies (exceptuando muy pocas clasificaciones de especies) que habitan en el planeta, y por supuesto la lógica nos dice que si las hembras conceden el nacimiento de las nuevas vidas, entonces es de quien proviene todo lo que nos rodea.

Vemos con total normalidad que quien dirige un país, una iglesia o quien lleva el sustento a la casa es la mujer, es casi imposible ver un hombre ejecutando esas tareas.

Ocurrió que en los hogares donde trabajan ambos (mujer y su esposo), al llegar de sus rutinarias labores la mujer se ducha y se acuesta a ver tv mientras el hombre recoge el desorden y cocina la cena.

Y como por arte de magia, el machismo no existe porque se toma más en cuenta la fortaleza mental que la física, entonces por supuesto se entiende que tanto mujeres como hombres son muy capaces de lo mismo intelectualmente hablando, cada quien en lo que labore; pero de igual forma quien tendría el peso mayor serían las mujeres en cuanto a la ciencias, la tecnología y la filosofía, justo porque dios es mujer. Todo esto sin llegar al hembrismo por supuesto.

Las religiones y sus desesperadas teorías por controlar la mayor parte posible de la humanidad son capaz de usar la distorsión de los conceptos y la exageración en los hechos que sus hipótesis describen para tal fin. Sin antes notar el daño que puede acarrear manejar las cosas con tan extremista comportamiento. Parece que quisieran tener una cantidad grande de robots de carne y hueso programados para obedecer todo lo que a sus dirigentes les provoque, muy cerca del significado de la política. Sólo la educación constante nos puede librar de ser estos robots tan vulnerables a caer en el fanatismos religioso. Pero como lo he repetido muchas veces, lo que yo creo es que dios no es una religión, es la majestuosidad de cada detalle de la naturaleza, un ser supremamente sabio.