Recuerdos de mi infancia. Por: @alexander062

A veces quisiera devolver el tiempo, trasladarme a mi infancia, esfumar tantas preocupaciones en un mar de risas y alegría. Recorrer libre los campos llenos de naranjales en busca de aventuras. Con la mente llena de cosas simples, esas cosas intangibles que solo la inocencia nos puede dar. Alegría y diversión solo eso necesitábamos y de eso estábamos hechos. Solo bastaba un rio con sus estanques para sentirnos los seres más afortunados del mundo. Horas y horas chapoteando, Haciendo clavados de las alturas de las rocas, con piruetas inimaginables, gritos y risas eso era lo que había.

Cuando regresábamos a casa venia la mejor parte, mi abuela con constantes preocupaciones, nos repetía una y otra vez todos los riegos que corríamos por esta en el monte, nos decía cosas increíbles, como que no debíamos bañarnos cuando estuviera un arcoíris en el cielo, pues estos eran como serpientes gigantes, que salían después de las lluvia para tomar agua en el rio y si estábamos allí podrían tragarnos junto con el agua. Nos decía que ella misma había visto con sus propios ojos como el arcoíris succionaba a un niño. Que historia tan asombrosa me parece hoy.

Pero después de ese regaño, nos colmaba de amor y comida, con aquella sopa inigualable de pollo con verduras que jamás olvidare. Nos sentaba en sus piernas y nos daba mucho cariño contándonos tantas historias que ya casi olvide. Luego al caer la tarde regresaba mi madre de su trabajo, con algún dulce en sus manos y nos abrasaba colmándonos de besos. Eso sí era vida, vivíamos en un mundo lleno de amor y alegría.