Apreciados steemians, hablar de Café, para mí, es hablar de familia, de hogar cálido entrañable y mucho amor; es hablar de mi adorada Ma'guela y de una trabajadora insigne: mi Madre, es hablar del terruño de mi tierra Venezuela 🇻🇪, pues en mi patria no hay una casa donde llegues a visitar y no te ofrezcan una tacita de café.

Hablar de café es hablar de sueños, tristezas, ausencias, amores, desesperanzas, aflicciones, pérdidas, añoranzas, hablar de café es recordar amigos del alma, pueblos y terruños, es hablar del pasado que se fué para agradecer y de los planes del futuro que queremos forjar. Hablar de café es tradición de familias, el cerrero en las mañanas, el guarapos en la merienda y el famoso tinto para la delicia del café con leche, en las noches de la cena.

Así Recién Colado

Hablar de café es añorar las excelentes cosechas que se producían en nuestro país, en el tiempo de cuando éramos uno de los mejores y principales países productores de café, nos distinguimos por ello pero nos fuimos perdiendo empecinados en el "Oro Negro" para terminar volviendo a nuestras raíces, obligados por la falta de visión futurista.

Mi relación con el café se acentuó a los 24 años, tiempo durante el cuál me encargaron de hacerlo para toda la oficina del Banco, dónde prestaba mis servicios, fué allí que comenzó mi "Adicción", luego en los años duros 2016 y 2018 en Venezuela 🇻🇪 por la situación que todos conocen fuí a juro, despegando mi adicción pues ingería más de 5 tazas grandes de café, por diversos motivos uno de ellos, la ansiedad.

Nada como Colar a la Antigua

Gracias a esos años, dónde no se conseguía café de ninguna marca, empezamos a tomar café criollo directo de las cosechas sin intermediarios, uno muy buenos, otros malos, algunos trampeados con maíz, harina y hasta con una semilla que se usa para remedio ...jajajaja; pero mi adicción (los dolores de cabeza eran insoportables) no dejaba ver con claridad y llegó un momento de reflexión en mi vida, en la que determiné que ya no podía seguir así.

Logré un equilibrio, con la ayuda de mis hijos, y comencé a tomar 1 taza cargado en la mañana, para despertar y agradecer el nuevo día, luego a las 3 de la tarde un guarapo para merendar una galleta, biscocho o pancito dulce; uno tinto para café con leche en la cenas, a Dios gracias.
No tengo tazas preferidas, quizás me gusta en las grandes para degustar a placer, con familia, amigos o vecinos y pocas veces en mi propia soledad.

Me despido hasta la próxima oportunidad de compartir nuestras experiencias y genialidades, siempre con mucho respeto por uds.,

• Separador elaborado por mí en PicsArt

_{Fotografías tomadas con mi Motorola G-7, en la ciudad de Maturin}

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