Desde que conozco a la poesía - Poema

Queridos amigos. Desde hace mucho tiempo que escribo, y les confieso que nunca se lo he hecho de forma profesional. Siempre he considerado mis poemas más como una reflexión. Y a veces cuando hurgo en mis recuerdos me pongo a reflexionar un poco sobre cómo ha influenciado la poesía en mí. Lastimosamente, o no tanto, mis poemas no suelen llevar un título, y este no es la excepción.

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Desde que conozco a la poesía las noches y los días no son igual, sobre todo la noche, es allí donde me refugio, me oculto para rezar. Es que no sé si sigo rezando al mismo Dios trino y uno. ¿Es acaso la poesía mi nueva religión y cada poema es una plegaria que elevo al cielo? Me he sentido distinto desde entonces. Busco en cada rincón de las calles un verso y escruto los ojos de las gentes, las olas de mi ciudad para encontrarme a mí mismo. Cada gota de sudor y sangre es tinta es tinta que cae en el papel. La enfermedad ya no existe en mi cuerpo. Es que todo se siente como heridas incurables, y todo lo demás es picada de zancudo contra los besos de ojos cerrados, o enamorarse, o la soledad, o la muerte, o el rechazo. Es que la vida se vuelve poema en cada paso que doy. A veces en verso; otras, en prosa; en pocas oportunidades, en caligramas; muchas veces, en poemas vanguardistas que ni yo mismo entiendo. Todo va tomando diferente significados. Todo cambia constantemente. Y es asombro, y es sorpresa, y es expectativa. Vivo observando detenidamente cada momento. Desde que conozco la poesía la vida se me transforma en poemas.

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