Fuente

Voy a participar en este concurso utilizando las siguientes tres palabras extrañas o poco usuales:

mulante
Encargado de cuidar las mulas

vericueto
Lugar o sitio áspero, alto y quebrado, por donde no se puede andar sino con dificultad.

sutás
Cordoncillo, usado para adorno, con una hendidura en medio que le da apariencia de dos cordones unidos.

Y ESTE ES MI RELATO, ESPERO LES AGRADE:

Llegué entusiasmada al pueblito que me habían recomendado como el lugar más idóneo para poner en práctica lo que siempre había querido hacer: dedicarme a leer poesía y a escribir narrativa - Atrás había quedado el tiempo en que escribía cuartilla tras cuartilla tratando de ingresar en forma digna en ese grupo de seres privilegiados a los que admiraba por ser capaces de crear lo que yo tanto amaba leer: la poesía-.
Nunca sería poeta, eso lo sabía con certeza, pero tenía aún la esperanza de algún día poder hacer algo digno en el área de narrativa.

En mi cartera la notificación de mi jubilación del trabajo, ahora tendría todo el tiempo del mundo para dedicarme a perseguir - sentada - mi sueño.

Llegué a la posada donde había cancelado por anticipado un año de alojamiento - comida incluida, por supuesto - y me encontré con el mulante en la puerta de la misma. Se veía muy atareado conduciendo siete animales un poco reacios a ir por el rumbo que les mostraba.

• Soy nueva acá, me llamo Idania, vengo con la intención de descansar y escribir.

Me mirò fijamente y respondió con sequedad:

• Estoy trabajando, no tengo tiempo para descansar y no sé escribir. Allí dentro la atenderán...si es que se va a alojar aquí.

Siguió adelante con los animales a su cargo. Ante sus anchas espaldas pensé que unos años antes me hubiera interesado por enseñarle a leer y a escribir, pero ahora pensaba que de seguro a estas alturas ya tenía el conocimiento necesario para llevar adelante el estilo de vida al que estaba acostumbrado y... bien, quería vivir al menos cinco años egoístamente, escribir ingeniosamente y convertir mis obras en bestsellers... je, je, je.

A los dos días me di cuenta que el estar encerrada en una habitación silenciosa no me inspiraba para nada, así que con un sombrero muy amplio que me cubría del tórrido sol, un termo con agua fresca, làpices y cuadernos, me perdí entre los vericuetos del cerrito cercano pensando que sentada en una roca o en el tronco de un árbol caído y con el dulce sonido de las aves alrededor podría dar curso a mi imaginación y crear mi gran obra maestra.

Sentada en el árbol caído que conseguí, jugueteando con el sutás que adornaba mi blusa de muselina, esperaba que la inspiración llegara a mí como por arte de magia... Lo cual no ocurrió.

Bueno, eso fue tiempo pasado, les cuento que ahora estoy entregada a una nueva afición: Me convertiré en la cheff más famosa del mundo. Mi campo de operaciones es la cocina de la posada donde - previo pago de una razonable cantidad de dólares - me han permitido tener mi propio espacio de creación...culinario.

Estoy realizando investigaciones sobre la comida típica local y llevando a la práctica sus recetas con modificaciones que implican tanto ingredientes como procedimientos novedosos. Mis aciertos son reproducidos en las mesas del pequeño restaurant de la posada y he ganado ya tres concursos gastronómicos (Dos en Steemit y uno en una feria local).

Los habitantes de Zuanta primero no vieron con agrado que estuviera cambiando lo que la tradición había mantenido inalterable por generaciones, pero ahora, poco a poco he calado en sus gustos y se acercan a la posada dispuestos a pagar por probar mis nuevos inventos.

Bueno...quien sabe si termine escribiendo esta experiencia y logre así conseguir mi ansiado bestseller.

Si deseas participar en este concurso tienes oportunidad hasta el 27 de junio de 2021, a las 9:00 p.m. (hora de Venezuela). Sus reglas las puedes leer haciendo click aquí