Historias reales #4: ¡Entren que caben 100: 50 paraos y 50 de pié!
Imagen de mi autoría y trabajada en Canva especialmente para esta publicación
¡Entren que caben 100: 50 paraos y 50 de pié!
Cuando llega el bus, el colector empieza a gritar el recorrido que hace. La gente empieza a apretujarse buscando subir como sea. Los que están abajo, sin subir, le dicen a los que están adentro que se arrimen. Los que están adentro no se mueven y preguntan dónde van a meter a tanta gente. Es una lucha de poderes que solo gana el chófer cuando grita desde el volante: no voy a arrancar si no se mueven.
Cargado de personas hasta en los cauchos, el bus del siglo pasado arranca. Adentro, no pega el sol, pero se siente el fuego. También se escucha la música de manera estridente, desde un reguetón, una salsa, una ranchera, un merengue. El bus, hace una parada y el caos para subir vuelve: arrímense que allá queda un espacio, póngase espalda con espalda, los voy a bajar si no se mueven.
Y de manera impensable meten más gente aunque no quepa ni un alma. Y arranca también de manera impensable aquella destartalada máquina. La música a todo volumen, las personas sudando adentro con rabia; pegadas, apretujadas, sordas y sofocadas. Pero el bus va como un dinosaurio en la prehistoria, leeeento, recogiendo gente por cada una de las paradas.
Historia que puede ocurrir en cualquier parada y en cualquier unidad de transporte de Venezuela
Y cuando dicen...los del pasillo Espalda con Espalda. porque en el pasillo el puesto es doble.
La verdad que esta situaciones hay que tomarselas con calma y por supuesto con cuidado porque sino uno llega a su trabajo mas estresado de lo normal.
Jajajajaja. Cierto, @janethcoll. El estrés está a la hora del día. Saludos
Amiga esto lo vivo todos los días, de ida y de regreso del trabajo.
Me imagino, amiga!! Porque todos los venezolanos lo vivimos. Un abrazo