Tercer Concurso Literario Foto-Relato / Delirio de cielo y árboles como techo

Saludo, queridos amigos de Steemit. Quiero agradecer a la comunidad @venezolanosSteem. por acercarnos nuevamente por medio de este concurso, y a su moderador @oacevedo por brindar las pautas que guíen el proceso de participación. Espero que mi Foto-Relato sea del agrado de todos ¡Abrazos!

Son las diez de la noche, hora de tomar el analgésico. El viernes pasado fui al odontólogo y me extrajeron una muela, un dolor menos. Enciendo un cigarrillo y observo por el balcón a la avenida, apenas transitan algunas personas cerca del mercado municipal. Recuerdo que anoche soñé con una monja, quizás yo esté buscando sosiego, tranquilidad y paz espiritual, no lo sé, pero eso acabo de encontrar en internet, este ha sido mi más fiel amigo de estos últimos días.

Amaneció y no recuerdo haber soñado nada, pero recuerdo aún a la monja del sueño de la noche anterior. Como actor me tocó en una ocasión interpretar a una monja, quizás si hubiera estudiado medicina habría interpretado a un médico religioso y no tendría ninguna zozobra económica. El edificio donde estudié mi licenciatura en teatro fue un convento a principios del siglo veinte, y allí supe de historias de fantasmas que se le aparecieron a más de un estudiante.

De convento pasó a ser un orfelinato, luego un ancianato, después una escuela de señoritas, un colegio de educación media, y a finales del siglo veinte una universidad. Pero en lo que va del presente siglo veintiuno, en el edificio funciona un partido político. No tengo nada contra la política porque todos los humanos somos seres políticos, incluso los artistas, pero no es extraño que el arte haya entregado o perdido uno de sus espacios.

Enciendo otro cigarrillo, antes no fumaba tanto, antes pasó, espero no fumar más un buen tiempo. He aprendido poco sobre mi salud, prefiero el escepticismo, pensar bobadas con un cigarro en la boca. Muchos artistas posaron con un cigarrillo en la mano, pero no imitaban a ningún político aunque muchos de estos dieran regalías a las empresas que auspiciaron campañas publicitarias ocultas en las películas. Muchos políticos quizás han querido vivir como artistas.

Al final todos queremos vender algo y ganar, pero ¿Quién vendió el edificio de mi casa de estudios? ¿Acaso pensó que el arte no cambia nada? Si fue un político, tal vez fue alguien que actuó pensando en mejorar algo, ¿Para el arte o la política? Ha de ser ateo porque no pensó en la iglesia, pero ésta a lo mejor no daría a nadie la respuesta que ese político estaba buscando, probablemente un concepto más profundo de la filosofía necesaria, un aprendizaje adelantado para conducir a la polis.

Llevo dos días sin soñar y no he dejado de fumar, no hay una ley que prohíba hacerlo, los grandes artistas lo hacen y yo los copio y nosotros financiamos sus películas y los políticos piden también su minuto de fama ¿Eso lo aprenden en el convento? No ¿En mi universidad? No. Yo no aprendí a actuar en un convento ni en un partido político, pero soy histrión y asumo con hipocresía cada personaje como quien porta una máscara para salir a la calle en carnaval, no soy religioso pero doy al mundo otra explicación fuera de Dios, no soy presidente de un país pero dibujo el fuego con la comunicación.

Pasando el mercado municipal está el antiguo convento, mi casa de estudios, el partido del pueblo. En mi mano perece el último cigarro y yo respiro el ahora ya graduado, despertando y tropezando con cada ventana de madera vieja y paredes de piedra que recuerdo, desquiciado por el humo a escondidas, por la incertidumbre de quien ama su lugar de origen, su raíz desnuda, su delirio de cielo y árboles como techo, pues acepto que al mío se lo han llevado.