Arte y escritura/ Semana 42: Artista Herman Roseland. "El pensó”

Bendiciones para todos, queridos Steemians.Me entusiasma la idea de escribir y compartir con ustedes en estos espacios, agradecida con @solperez por la iniciativa y con mi amiga @isgledysduarte por la invitación a participar. Hace mucho tiempo no escribo de esta forma, pero aquí voy, espero les guste:

El artista en esta ocasión es Herman Roseland y seleccioné su obra: “Él pensó”, el poema que escribí lo titulè de la misma forma:

Él pensó que con su indiferencia lograría llamar su atención,
lo suficiente como para que volteara a verlo con ojos apacibles;
Él pensó que con cada palabra áspera lograría infundirle temor,
tal temor que jamás osaría dejarlo;
Él pensó que con cada grito la haría temblar,
al punto de impedirle siquiera cuestionar su actitud;
Él pensó que con cada frase hiriente, vejadora y sarcástica,
se hacía más hombre y con más temple;
Él pensó que con cada trato ruin y cruel,
lograría demostrar su “carácter” y ocultar su debilidad;
Él pensó que mientras era observado,
tenia que actuar como un hombre “debe” hacerlo;
Él pensó que cada lágrima que ella derramaba,
estaba sujeta a una simple rebeldía femenina;
Él pensó que con cada “perdón”,
sanaba las profundas heridas que previamente había ocasionado en ella;
Él pensó que por el vínculo que crean los hijos,
ella jamás intentaría volar.

Pero lo que él no pensó fue que su indiferencia causaba un sentido de minusvalía en ella,
Que cada palabra dicha con aspereza formaba un muro difícil de atravesar,
Que cada grito despertaba en ella la pregunta recurrente: “¿acaso lo merezco?”,
Que con cada frase hiriente se iba tejiendo una enorme soga que terminaría ahogando a quien las profería con tanta ligereza,
Que ese “carácter” que intentaba demostrar y esa imagen de “hombre” se venía abajo cada vez que el sarcasmo y la burla hacían su entrada,
Que cada lágrima derramada no secaba sino que iba a desembocar en el río del rencor y la amargura,
Que cada vez que escuchaba la palabra “perdón” anticipaba su respuesta a la misma, sabiendo que era una simple retorica sin sentido,
Que era tan profundo el vínculo creado por sus hijos que por ellos era necesario romperlo cuando se había sobrepasado el límite de lo sano.

Jamás dedicó un mínimo pensamiento a estas alarmas que se encendían una y otra vez,
y allí, frente a él, estaba ella: pensante, cabal y decidida, como nunca antes en la vida,
y fue en ese preciso instante en que, como por arte de magia , un rayo nítido alumbró su alma y pensó ,aunque para el momento solo alcanzó a escuchar la frase: “adiós, yo si pensé”

Muchas gracias por leerme, extiendo la invitación a mi amigo @wilmer1988 a participar.