The Diary Game III 18/08/2021| 01/09/2021|Visitada por el covid|Mañana estaré mejor

Querido diario, bueno hoy estoy de vuelta y estoy de pie, como dice la letra de una canción. Hoy mi sentido del humor se mantiene intacto. Mis recuerdos quieren volver y estar en ese día antes, esa semana antes o quizá ese mes antes de esta enfermedad. Me esfuerzo para saber quién me contagió, por dónde estuve, en qué momento me consiguió este señor. Eso me agota y solo termino pensando en esa frase que todos o la gran mayoría repite: "nos dará a todos".

Te quiero contar solo parte de esta experiencia. Luego de haber salido a comprar comida regresé con mucho cansancio, el sol y el calor estaban terrible, el trayecto que caminé para llegar al lugar donde iba a comprar tampoco era tan largo, pero se me hizo interminable. Mientras caminaba con ese tremendo sol sentía que las piernas no me daban, por un momento no entendía por qué tanto cansancio, pensé en voz alta y dije: “Lisbett, no todo el tiempo el cuerpo está igual, hoy te pegó la caminatica”.

Al llegar a casa, no pude descansar ni un rato, seguí haciendo mis quehaceres sin detenerme, el cansancio era cada vez más fuerte, mientras pasaban más horas el malestar era peor. Le comenté a mi hijo que me sentía mal, él me comenzó a
preguntar qué síntomas tenía, yo le dije: “Hijo, tengo el cuerpo pesado, no me provoca nada, quisiera estar acostada, pero no te preocupes, al terminar aquí me siento un rato para descansar.

El tiempo pasó, se fue juntando un oficio con el otro, en vez de desocuparme, estaba cada vez full de quehaceres. Al terminar las cosas de la casa me senté a trabajar en la plataforma, pero lamentablemente ni podía pensar ni razonar, estuve horas sentada intentando crear y publicar, pero no logré sino solo terminar de armar una publicación.

Al caer la noche, me dije a mi misma: “Lisbett, mañana estarás mejor”. En la madrugada me subió la temperatura, estaba prendida en fiebre, no quería tomar nada porque pensé que era pasajero, igual al amanecer, me levanté como todos los días, haciendo desayuno, otras tantas cosas más y sobre todo continuar el trabajo en la plataforma.

Me bañé al levantarme con agua fría para bajar la fiebre y lo logré pero a mitad de mañana subió la temperatura nuevamente, empezaron los escalofríos y los temblores. Me fui a acostar, me tomé un analgésico, no soy de tomar pastillas. Esa noche mi nieto e hija se quedaron en la casa, al día siguiente le tocaba ir al pediatra, en fin todo iba bien. Ese día siguió el cansancio acompañado de fiebre, ardor en la espalda los costados del cuerpo y el dolor de cabeza que no cedía. El viernes me realice un examen para ver las arterias, venas de las piernas, en fin ese regalo de cumpleaños que me encanta darme...cuidar de mi salud. En el consultorio sentí mucho frio, luego de casi dos horas de estudio, todo salió bien, estuve celebrando lo bien que estaban mis rodillas. En la tarde volvió la fiebre muy fuerte.

No quería preocupar a mi familia, me imaginé que era una virosis de esas normales, que le llamamos la rompe hueso, bueno esta quería acabar con mis muñecas el dolor era intenso en esa zona, sentía el cuerpo como si me habían agarrado a palazos, bueno jamás me han agarrado a golpes pero lo asociaba con eso, estaba negada a tomar algo, porque no me gusta estar tomando medicamentos. Comencé a escuchar lo que los guarapos que las personas me recomendaban. Habían otras personas que me decían que tuviera cuidado que podía ser COVID-19 y comenzaban a contarme lo que le había pasado a “Fulanito, Menganito, Perencejo y Zutanito” cuando les dio ese terrible virus, me negaba totalmente a tenerlo yo, ni me explicaba cómo podía haberme contagiado.

Conozco personas a personas que casi han visto a Dios y a San Pedro con las llaves, de lo mal que la han pasado, algunos caen en depresión, pierden el olfato y gusto, no les provoca comer, han quedado en bancarrota por los costos de los medicamentos y oxígeno, ni hablar los que pierden a sus familiares a parte del dolor se le suma la deuda de funeral. Hay personas que su sistema nervioso queda alterado, su cuerpo queda sin fuerzas, parece que les ha caído 30 años encima después de esta enfermedad.

Pensar en todo esto me desgarra el alma, mis pensamientos están aturdidos, pienso en lo que me pueda pasar y el daño que le pudiera hacer a mi familia si los llegara a contagiar. Ya no huelo nada ni ningún alimento me sabe a nada, no quiero ni comer.

Esta depresión por la que uno pasa se le cruzan mil pensamientos por la cabeza, buenos y malos, a veces es tanto el malestar se le vienen malos pensamientos de querer morirse para no padecer más. Pero Dios en su infinita misericordia no me desampara y sé que me dará la sanidad.

Gracias a Dios tenía ahorro en Steemit, que he ganado con mi trabajo, gracias a eso y a la plataforma he podido resolver algunos gastos. Pero la preocupación no deja de estar ahí, la angustia se adueña de todo mi cuerpo, pero pienso en mis seres queridos y es cuando busco poner de mi parte para poder salir de este terrible momento.

Los dolores de cabeza son terribles, a veces ni me dejan ni pensar, me coloco pañitos de agua fría para refrescarme.

Los días pasan, ya los malestares van pasando, lo que más deseo es que pasen los días pronto para que este virus salga de mi cuerpo.

El estar con esta enfermedad es pasar mi vida como una película por mi mente, es saber que sin Dios no somos nada, que mi fortaleza viene solo de Él. Que debemos vivir siempre como si fuera el último día, amando, perdonando,
disfrutando a mi familia. Lo que más me ha dolido es que todos estos días no he podido ver a mi hermoso nietico ni a mi hija, sé que debo curarme pronto para seguir disfrutándolos.

Muchas veces me pregunté: ¿será que saldré de esta? Solo lo sabe Dios pero lo importante es que tengo mi conciencia limpia de que he tratado de hacer lo correcto. Dios me ha dado otra oportunidad de vida, nos la da a todos.

Estamos en tiempo de guerra, el COVID-19 es nuestro mayor enemigo que nos ataca y quiere matarnos, pero somos guerreros y luchadores, hay muchos que en este momento están apostando por la vida, luchando por no morir, queriendo unos minutos más para poder compartir con los seres queridos.

Vivamos nuestra vida y dejemos vivir a los demás, no le hagamos la vida de cuadritos a nadie, todo lo contrario, seamos parte de la felicidad de otro, no te preocupes por lo que realmente no tiene importancia, ama siempre y sé feliz, vive cada minuto, cada segundo, tómate un tiempo para escuchar tu respirar, del apuro solo queda el cansancio, este es el momento que nos toca vivir, no podemos cambiar el curso de las cosas, pero si podemos cuidarnos y cuidar a nuestros seres querido, dejar de tener tanta indiferencia ante esta enfermedad, brindarle ayuda al enfermo, no rechazarlo ni mirarlo con asco porque tenga el virus, brinda tu apoyo, hay muchas personas que viven esta enfermedad y viven solitos, eso no es nada fácil, por eso debemos ser generosos.

_{Horrible comer chocolate y no sentir ese rico sabor, morder maní y sentir que son piedritas}

Nunca creas que eres invencible, que nunca te va a pasar nada, no andes por la vida como que no te importa nada, sí, Dios te puede proteger pero si tú no quieres cuidarte, Él no te presionará.

Muchos van por la vida siendo inconsciente de esta realidad que vivimos mundialmente, sin importar a quien puedan contagiar, algunos no saben que tienen la enfermedad, pero por su imprudencia van contaminando a todo aquel a su paso. Me imagino que así me contagiaron a mí. Aunque estoy consciente que a todos nos dará, no dejo de pensar en esas personas que necesitan el bono de asistencia de su trabajo y no quieren perderlo y van al trabajo así estén enfermos, no cumplen ese reposo tan necesario.

Le doy gracias a Dios por poder trabajar desde mi casa con la plataforma Steemit, gracias a esta oportunidad, no contagié a nadie en la calle, quedándome en casa. El tener este trabajo me ha ayudado mucho a salir de esto, a mantenerme más animada y ocupada mi mente creando artículos de calidad, no solo para ganar dinero sino también para ayuda de otros.

Cuando uno acepta las situaciones de la vida con madurez, se hacen más llevadera. Saludé al COVID-19 y le dije: “Me visitaste pero ya debes irte en Nombre del Señor” y así es, ya falta poco para irse, Dios cuida de mí. Muchos no toman esto enserio y van diciendo: “Mañana estaré mejor”, y no van al médico ni se hacen tratamiento, nadie es infalible, no retes a la enfermedad, Dios nos da una oportunidad de vida, no te descuide, esto es una guerra: “el que se descuida lo mata”.

Cuídate, cuida a tu familia, a tus compañeros de trabajo, que la experiencia de todos los que hemos pasado esto, la de aquellos que no se han contagiado pero que han perdido a un ser querido sirva para construir un mundo mejor.

Todas las imágenes son de mi propiedad. Contenido 100% original para Steemit. El video con su respectiva fuente. Mi firma con aplicación canva. La primera imagen con aplicación Social Media Post desde mi celular Samsung J4.