Me gusta cuando toco porque estoy como ausente.

Hoy me levanté de madrugada a eso de las cuatro y media, esperando que la conexión a Internet a esa hora estuviera estable y por suerte así lo fue. Adelanté todo el trabajo que pude en Steemit y otras cosas, pero no sería por mucho tiempo pues debía prepararme para cumplir con un compromiso que hace un par de días había asumido con una amiga. A eso de las seis de la mañana desperté a mi hijo Daniel para que se alistara y me dispuse a preparar desayuno para los dos.

A las siete de la mañana nos pasaron buscando pues iríamos a tocar en una misa llanera que se celebró en la ordenación de un par de sacerdotes. Dicha misa consiste en que toda la música que se hace es con arpa, cuatro, bajo y maracas. Por eso mi amiga me llamó el jueves para pedirme que le ayudara tocando el cuatro y de ñapa que me llevara a uno de mis hijos como maraquero, por eso opté por llevar a @danieljm, de mis tres hijos el del medio.

Llegamos a la iglesia de Biruaca a las siete y media, y hasta las nueve y media que comenzó la misa estuvimos comiendo pasteles y sándwiches con café. Si bien estaba previsto que yo tocara el cuatro y mi amigo Miguel el bajo, preferí cambiar con él que conoce mucho mejor el repertorio, de esa manera se me haría más fácil seguirlo. Después de tocar continuamos comiendo por un rato más, Daniel se comió como veinte tequeñitos.

_{Mi amiga cantante Meredith, Miguel, Alí, mi hijo Daniel y yo.}

Al llegar a casa mi esposa nos esperaba con el almuerzo, comimos realmente poquito porque todo el hambre lo habíamos aliviado de tanto comer pasapalos. Más tarde, como estaba previsto, empezaron a llegar mis amigos y compañeros de mariachis para ensayar pues esa noche tendríamos una presentación, el cliente había pedido algunas canciones que no teníamos en el repertorio.

_{Ensayando los temas para la presentación.}

El ensayo comenzó un poco tarde, sin embargo alcanzó el tiempo para preparar los tres temas que no teníamos y una vez logrado eso organizamos lo necesario y salimos a cumplir con la serenata. Se celebraba el cumpleaños número cincuenta del señor Hugo, una reunión familiar de unos pocos invitados, pero muy alegres y celebraron el mariachi como pocos.

_{Tocando con mi mariachi y mi bella esposa @ydelitza, por ahí se ve nuestro amigo @danstudios01}

La serenata estuvo entonces muy divertida y a la vez muy emotiva, pues cuando era de bailar y reír todos lo hacían, pero cuando cantábamos canciones sentimentales todos lloraban. Al final de la serenata nos pidieron que nos quedáramos un rato y compartieron torta con nosotros, fue tanta la amabilidad que bromeaba diciendo que ni en mi cumpleaños me habían dado un trozo tan grande de pastel.

Llegué con mi esposa a casa relativamente temprano, a eso de las ocho de la noche, como no había conexión a internet me puse a tocar un rato con mis hijos quienes han estado practicando una especie de dueto con un par de cuatros, mientras uno puntea una canción el otro lo acompaña y yo les ayudé a mejorar un poco la técnica y algunos acordes.

Así que pasé el día prácticamente tocando, lo que significa que estuve buena parte del tiempo sumido en lo que la película Soul llaman "la zona", ese pequeño gran espacio de la nada que te hace desprender y olvidar todos los problemas, compromisos, horarios y demás.

Gracias por leerme

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