Rafa se ha quedado solo.
Rafa se ha quedado solo.
Todos los días subo a realizar trabajos menores en la casa que yo habitaba en mi ciudad y que permanece solo con unos perros y unos gatos porque la dueña ha tenido que viajar a la ciudad de Valencia por necesidad.
Muy cerca de esa casa quedaba un bar, que fue uno de los pioneros de San Juan de los Morros, y donde los fines de semana me iba a jugar caballos, dominó y de vez en cuando una partida de bolas criollas, actividad en la que nunca me destaqué.
Allí me llevaba la guitarra y animaba la barra que era atendida por la señora Gloria, y quien disfrutaba de las canciones que dedicaba a la concurrencia, más que todo de hombres.
Allí había un señor de nos 40 años a quien le decíamos Rafa y quien era muy animado.
Unos 30 años después de aquellos encuentros, Rafa ha perdido el vigor, y todos los días permanece sentado en una silla en la entrada de su casa y donde vive solo.
Hace unos 10 años uno pasaba y, al pegarle un grito de saludo, el hombre respondía de inmediato.
Apenas le lanzo un saludo cuando paso por su frente, pero no le veo ese entusiasmo de antes, y prefiero seguir en silencio, para no reclamarle nada al pasado. Un bastón al lado le da vigilancia.
Los días seguirán pasando y Rafa continuará su vida solitaria y sileniciosa.
Que Dios le cuide.