Esta publicación la hago a modo simbólico para formar parte de este tema que tanto me preocupa. Me sorprende que las alarmas mundiales no se hayan disparado ante este problema que como un monstruo crece y envuelve a las futuras generaciones. Gracias @genomil por tocar este interesante tema en Venezolanos Steem.

Invito a participar a: @napito y @eudisdiaz

Adicción

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Estamos rodeados de objetos y tendencias que rápidamente se convierten en adicciones. Si eso nos ocurre a nosotros, personas adultas y con raciocinio (aparente) ¿cómo no va a ocurrir con los niños?

Este tema me preocupa mucho y lo veo venir desde hace bastante tiempo.🚨 Por eso quiero enfocarlo desde la raíz.

Y es que los niños para aprender lo primero que hacen es imitar, ¿qué es lo primero que un niño ve cuando lo están amamantando?
Pues probablemente la piel, el olor de su madre, y un poco más allá el móvil de su madre foto tras foto, capturando los primeros gestos de su hijo.

¡No la critico! Tal vez yo hubiera hecho lo mismo, pero ¿dónde está el límite?
Ese niño verá documentados sus avances acompañados de las sonrisas de quienes celebran cada paso, cada palabra, cada travesura.

Para ese niño el teléfono celular es un objeto seguro, cercano y habitual.

Cuando los niños lloran y comienzan a manipular a sus padres, llega el segundo llamado de alarma 🚨.

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Si le colocan en YouTube la canción que siempre le cantamos a nuestros pequeños y además lo acompañamos de llamativos colores y movimientos, por supuesto que les va a llamar la atención y van a dejar de llorar por un rato.
¿Te atreverías a darle a tu hijo de meses un caramelo?
¡No, verdad! Porque tienen azúcar y se puede ahogar, además es adictivo. Pues es lo mismo.

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Tu hijo ya cumplió el año, es superinteligente, ya sabe reconocer YouTube entre los iconos de tu teléfono y lo toca con sus pequeños deditos. ¡Qué emoción!

En unos meses más sabrá desbloquear tu móvil, es lo que te ve hacer cada día y está aprendiendo.

Es verdad, no estoy exagerando.

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La tercera alarma🚨 comienza cuando nos damos cuenta de que el niño se tranquiliza con la pantalla, es su juguete favorito y ahí vemos en el bolso de las mamás la tablet del niño, para cuando vayan en el carro, para cuando lleguen las visitas y sobre todo cuando toque salir a comer fuera.

Ese caso me eriza la piel. Llegan los padres, acomodan al bebé en el coche y fijan la pantalla frente al niño. ¡Él se porta muy bien!
Está completamente hipnotizado, es el momento perfecto para cenar y conversar sin interrupciones.

Esto, amigos míos, lo pueden observar a diario. ¿Imaginan estos niños dentro de unos años? De los vídeos infantiles pasan a los juegos individuales, pronto llegarán a los juegos en grupo on line, a las redes y chats.
En ningún momento digo que sean malos, pero sí dañinos si no se orienta previamente su uso y para personas con cierto grado de raciocinio.

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Esto causa el aislamiento, estos niños que comienzan a crecer prefieren estar solos con su pantalla y amigos virtuales que salir a jugar al aire libre o practicar deportes.

Es difícil su relación natural con los compañeros de clase y ya se vislumbra un grupo de adolescentes diferentes y con intereses completamente opuestos a los que hasta ahora habíamos conocido.

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Estoy viviendo de cerca la situación de jóvenes que entre edades de 16 y 18 años. Este caso ocurre en España.
Sus padres los inscriben en una autoescuela para que hagan el examen de ciclomotor (motos de baja cilindrada) para aumentar su movilidad a los centros de estudio y comenzar a impulsar su independencia. Pues bien, la mayoría no están interesados y no son capaces de entender por qué sus padres quieren eso para ellos.

No se expresan con fluidez y ya hay un término que se usa para identificarlos “están empanados”

adjetivo coloquial
coloquial•España
Dicho de una persona: Despistada, distraída, aturdida o confusa.

No se concentran en explicar lo que quieren, ni para qué lo quieren. No se adaptan a la realidad.
Viven en su mundo y no les interesa nada más, es posible encontrarlos en las redes sociales como personas superactivas y con una personalidad totalmente diferente, ¡están en su ambiente!

¿Qué estamos haciendo? ¿Será la evolución humana o una involución?

Los que intentamos ir contra corriente, ¿somos los raros?

Solo hago llegar esta reflexión para que los padres y madres que tienen la tarea de criar a sus hijos lo piense y analicen las consecuencias.

El futuro ya está aquí. Solo hay que poner en una balanza y saber qué quieres para tu hijo el día de mañana. Para la humanidad y para el mundo.

¿Qué propongo?

Dar a conocer a través de todos los medios posibles la importancia de dar al bebe una estimulación normal con los elementos adecuados para su edad.

Inicialmente por los profesionales de la salud más directos, pediatras. Medios de comunicación (todos) insistir mucho para llegar a todos los hogares y sobre todo educar a los padres.

Permitir y fomentar que los niños vivan sus etapas según su edad de manera natural.

Más adelante, cuando sea el momento justo y los niños se hayan criado y educado. Cuando sepan escuchar a sus padres y maestros y no a las pantallas y tengan la capacidad de razonar y entender los beneficios y los peligros de un teléfono celular, solo entonces será el momento correcto.

Otras opciones en caso de querer comunicarse con los niños a la salida del colegio son los teléfonos analógicos. Sin internet solo en caso de tener la urgencia de hacer una llamada.
Hemos creado necesidades que antes no existían, ahora es indispensable el exceso de comunicación y estamos menos comunicados personalmente que nunca.

Espero que este recorrido, a traves de las diferentes etapas en el crecimiento humano, nos concienticen en beneficio de la salud de nuestros hijos.