Concurso de Arte y Escritura #73 - Las botas de Don Octavio

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Las botas de Don Octavio

Manuel, el más pequeño de los nietos de Don Octavio, era quien más se ocupaba de él y estaba pendiente de atender sus más mínimas necesidades.

Los otros nietos se burlaban de Don Octavio, solo lo visitaban de vez en cuando para ver cuánto les daría el viejo para salir a disfrutar la noche en el pueblo.

Las botas del abuelo eran su tesoro más preciado y Manuel lo sabía. Pasaba horas lustrándolas hasta dejarlas brillantes a la orilla de su cama. Era entonces, al verlas allí, cuando empezaba a contar cada historia vivida con sus botas aventureras.

El abuelo las había adquirido durante un viaje a México hace muchos años y desde entonces las había utilizado en todas sus aventuras, las vividas y las imaginadas.

El abuelo siempre afirmaba que las botas eran como su segunda piel y que sin ellas no se sentía completo. Aunque ya estaban un poco desgastadas, las botas siempre lucían impecables gracias a los cuidados que siempre le daba Manuel.

Todos los nietos admiraban las botas del abuelo y esperaban con ansias el día que se las dejara usar a alguno de ellos.

Don Octavio solía explicar cuando estaban todos juntos, con voz muy seria, que las botas eran más que un simple calzado, eran un símbolo de su pasión por la vida y las aventuras.

Un día, Manuel logró convencer al abuelo para que le prestara las botas. El niño necesitaba usarlas para una tarea importante en el colegio. Quería contar una de las aventuras de Don Octavio y al hacerlo con las botas puestas la historia realzaría su significado.

Aunque al principio el abuelo dudaba en prestarlas, al escuchar las razones de Manuel y ver su determinación, decidió confiar en él y accedió a prestarle las botas.

Desde entonces cada aventura del abuelo cobró un nuevo significado desde la pasión con que las contaba Manuel.

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Invito a participar a: @venturabogarin y @esthersanchez

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