Cómo cada noche antes de ir a dormir Rosel comenzó a meditar con respecto a la lectura de esta noche. A pesar de su corta edad amaba perderse en historias de acción y ficción . Siempre que leía alguna de terror terminaba tapada hasta los ojos con su sábana hasta que terminara la lectura. Y casi siempre cuando leía alguna novela o historia de amor no podía evitar llorar como si fuera parte del libro. Su familia le decía de cariño "ratoncita de libros", todos eran conscientes del hobby preferído de la más pequeña de la familia. Y cada que iban a visitarla le daban como obsequio un libro nuevo.

En esta ocasión se prepara y hace su higiene nocturna. Se viste con su pijama favorita. Y al momento de dirigirse al lugar donde elegir la lectura que la acompañe por esta noche no puede evitar notar como uno de sus libros luce diferente. Al acercarse y abrirlo, está segura de que es obra de su mascota Minina, una gata callejera que rescato un par de meses atrás. Y quién al igual que su dueña suele perderse entre los libros. Con una singular manera. A su manera, siempre sucede que quedan rastos de su pelaje o que está algún libro un poco movido de su lugar.

Es su forma de ayudar a Rosel a elegir la historia de la noche. Y graciosamente siempre que la gata hace su elección, son libros buenos. Con historias interesantes e impresionantes. Si no fuera una gata Rosel estaría segura de su mascota es capaz de leer y entender nuestro idioma.

Una vez seleccionado el libro, se preparó junto a su gata en la cama lista para sumergirse en la historia de la noche, hasta que llegue un nuevo día y Rosel junto a Minina se pierdan entre historias y aventuras.