Enamorarse... en las canciones

_{Imagen propia/ F}

---

Apenas estaba conociendo a esa hermosa mujer que después y para toda la vida se convirtió en mi esposa. Por esos días, yo había escuchado la canción Amor casual, interpretada por Wilfrido Vargas, y me gustó mucho tanto la letra como su música, la cual comienza como una balada que más adelante se intensifica, en los momentos en que interviene el coro. Cada vez que eso ocurre, cuando me agrada una melodía y quiero aprendérmela, no puedo apartarla de mi mente, todo el tiempo la estoy tarareando, canto las partes que ya conozco bien y trato de recordar las que todavía no domino.

Mientras caminábamos por las calles del pueblo en que nos conocimos, ella me escuchaba y preguntaba entonces dónde había oído yo esa canción, quién la cantaba y otras curiosas inquietudes sobre mi predilección por esa melodía; después solía comentar que, debido a las múltiples obligaciones que debía afrontar durante esos días, no tenía tiempo de prestarles atención ni siquiera a las piezas musicales que toda la vida le habían gustado, esas que compaginaban con su manera de ver la vida. La letra de Amor casual, sin embargo, no se parecía mucho al maravilloso sentimiento que estaba naciendo entre nosotros. Solo la primera estrofa, quizás, podría semejarse un poco a lo que ocurrió:

"Coincidencia, tal vez, o suerte,
la ilusión empezó mirándonos;
lo formal se quedó pendiente
y aprendimos a amar amándonos".

Ni ella ni yo residíamos en el pueblo donde nos enamoramos, llegamos allí por razones de trabajo, casi por casualidad. El acercamiento evolucionó poco a poco hasta que, después de muchas conversaciones y amenos paseos, nos dimos cuenta de que aquello solo podía ser amor. Existió, por lo tanto, en un principio una respetuosa formalidad entre dos seres profesionales que desempeñaban sus labores en un instituto educacional. De manera que cuando yo cantaba esa parte de la canción que dice:

Ya no queda un lugar
que no me hayas besado,
ningún rincón sagrado
me falta por andar…

era una tremenda osadía de mi parte ante aquella dama con la que aún no tenía tanta confianza para eso.

Ahora bien, a pesar de que ese tema de Wilfrido Vargas no reflejaba lo que en realidad sucedía, me sirvió providencialmente para darme cuenta de que aquella mujer pensaba tanto en mí como yo en ella. Los fines de semana, mi encantadora dama nunca se quedaba en el pueblo, debía regresar a su casa, en Barcelona, para atender otros impostergables quehaceres. Un lunes, cuando después de trabajar, salimos de paseo me comentó: "Anduve de compras por el centro de la ciudad y en todas partes escuchaba tu canción; anhelé que estuvieras allí a mi lado para disfrutarla juntos"… En esos instantes me di cuenta de que debíamos sincerarnos y reconocer que irremediablemente nos habíamos enamorado. Por eso Amor casual es la melodía que identifica nuestro amor.

---

---

---

---

---

Invito a los amigos:
@mariagood,
@norat23 y
@lirvic

---

---

_{Nota: Las imágenes que pertenecen al autor fueron tomadas con una cámara Sony, modelo: DSC-W180.}