Taller de poesía Gaya Ciencia. Sesión N°4/4 (2da. Temporada): Más que el verso

Síndrome de Tunel Carpiano

Así fue diagnosticado mi padecimento. he tenido que guardar un rerposo bastanate estricto para evadir el quirófano. Creo que voy bien.
Quiero expresar mis disculpas por irlento y hacer comentarios más cortos de lo que me hubiera gustado. No he comentado aún elo resultado de la tercera tarea, pero ahí vamos.
Pido y agradezco su paciencia. Dentro de lo más o menos deprimente de verme tan limitada con las manos (que nunca han estado desocupadas desde que tengo memoria), leer sus textos es una alegría y me ha levantado mucho el ánimo.

Vamos a lo nuestro.

La poesía es más que el verso

Cuando hablamos de poesía, pensamos en versos. Y sí, los poemas se escriben tradicionalmente en verso... Pero la poesía, la experiencias estética que hace la traducción de un universo inédito a algún lenguaje es más que el verso, puede ser un lenguaje plástico, audiovisual, musical, dancístico, escultórico, gastronómico, nft, etc.
En lo que respecta a la palabra, tampoco la poesía se limita al verso. Las cualidades de lo que llamamos poético, y esencialmente las que atañen al ritmo, la imagen, las figuras y tropos, así como a otros elementos estructurales inherentes a la representación poética, sobrepasan la estructura del verso y arropan a todo el lenguaje literario.

Un asunto de fronteras temblorosas

En la preceptiva poética, la frontera del verso es la décimo novena sílaba métrica, es decir, luego de esta lo escrito se considera prosa. Por lo tanto, el verso más largo en español es el eneadecasílabo.
Pero así como hay límites que se pueden formular tan taxativamente, también hay prácticas que tácticamente pueden derrumbar estas afirmaciones. Es para pensar en las convenciones y las tradiciones y sus justificaciones.
Y si algo nos pone a pensar en estos asuntos son los llamados géneros fronterizos: hay novelas escritas en verso y tratados escritos en verso, poemas narrativos, novelas y cuentos escritos en forma de ensayo, y hay poemas en prosa...

¿Ven para dónde vamos?
Para allá mismo...

Yo quisiera estar entre vacías tinieblas...

No, yo no, sino ese otro yo que habla en el más que magnífico poema del poeta cumanés José Antonio Ramos Sucre, que tampoco es él sino el yo de su poesía que se le parece mucho, pero no en todo. Bien, como quiera que sea, lean con atención (y silencio) que está por pasar algo extraordinario...

PRELUDIO

Yo quisiera estar entre vacías tinieblas, porque el mundo
lastima cruelmente mis sentidos y la vida me aflige, impertinente amada
que me cuenta amarguras.
Entonces me habrán abandonado los recuerdos: ahora huyen y
vuelven con el ritmo de infatigables olas y son lobos aullantes en la
noche que cubre el desierto de nieve.
El movimiento, signo molesto de la realidad, respeta mi
fantástico asilo; mas yo lo habré escalado de brazo con
la muerte. Ella es una blanca Beatriz, y, de pies sobre el creciente de
la luna, visitará la mar de mis dolores. Bajo su hechizo
reposaré eternamente y no lamentaré más la
ofendida belleza ni el imposible amor.

_(Fuente)

Y esto otro pasará también...

LA VIDA DEL MALDITO

Yo adolezco de una generación ilustre; amo el
dolor, la belleza y la crueldad, sobre todo esta última, que
sirve para destruir un mundo abandonado al mal. Imagino constantemente
la sensación del padecimiento físico, de la lesión
orgánica.

Conservo recuerdos pronunciados de mi infancia,
rememoro la faz marchita de mis abuelos, que murieron en esta misma
vivienda espaciosa, heridos por dolencias prolongadas. Reconstituyo la
escena de sus exequias, que presencié asombrado e inocente.

Mi alma es desde entonces crítica y blasfema;
vive en pie de guerra contra los poderes humanos y divinos, alentada
por la manía de la investigación; y esta curiosidad
infatigable declara el motivo de mis triunfos escolares y de mi vida
atolondrada y maleante al dejar las aulas. Detesto íntimamente a
mis semejantes, quienes sólo me inspiran epigramas inhumanos; y
confieso que, en los días vacantes de mi juventud, mi
índole destemplada y huraña me envolvía sin tregua
en reyertas vehementes y despertaba las observaciones irónicas
de las mujeres licenciosas que acuden a los sitios de diversión
y peligro.

No me seducen los placeres mundanos y volví
espontáneamente a la soledad, mucho antes del término del
mi juventud, retirándome a ésta, mi ciudad nativa, lejana
del progreso, asentada en una comarca apática y neutral. Desde
entonces no he dejado esta mansión de colgaduras y de sombras. A
sus espaldas fluye un delgado río de tinta, sustraído de
la luz por la espesura de árboles crecidos, en pie sobre las
márgenes, azotados sin descanso por un viento furioso, nacido de
los montes áridos. La calle delantera, siempre desierta, suena a
veces con el paso de un carro de bueyes, que reproduce la escena de una
campiña etrusca.

La curiosidad me indujo a nupcias desventuradas, y
casé improvisadamente con una joven caracterizada por los rasgos
de mi persona física, pero mejorados por una distinción
original. La trataba con un desdén superior, dedicándole
el mismo aprecio que a una muñeca desmontable por piezas. Pronto
me aburrí de aquel ser infantil, ocasionalmente molesto, y
decidí suprimirlo para enriquecimiento de mi experiencia.

La conduje con cierto pretexto delante de una
excavación abierta adrede en el patio de esta misma casa. Yo
portaba una pieza de hierro y con ella le coloqué encima de la
oreja un firme porrazo. La infeliz cayó de rodillas dentro de la
fosa, emitiendo débiles alaridos como de boba. La cubrí
de tierra, y esa tarde me senté solo a la mesa, celebrando su
ausencia.

La misma noche y otras siguientes, a hora avanzada,
un brusco resplandor iluminaba mi dormitorio y me ahuyentaba el
sueño sin remedio. Enmagrecí y me torné
pálido, perdiendo sensiblemente las fuerzas. Para distraerme,
contraje la costumbre de cabalgar desde mi vivienda hasta fuera de la
ciudad, por las campiñas libres y llanas, y paraba el trote de
la cabalgadura debajo de un mismo árbol envejecido, adecuado
para una cita diabólica. Escuchaba en tal paraje murmullos
dispersos y difusos, que no llegaban a voces. Viví así
innumerables días hasta que, después de una crisis
nerviosa que me ofuscó la razón, desperté clavado
por la parálisis en esta silla rodante, bajo el cuidado de un
fiel servidor que defendió los días de mi infancia.

Paso el tiempo en una meditación inquieta,
cubierto, la mitad del cuerpo hasta los pies, por una felpa anchurosa.
Quiero morir y busco las sugestiones lúgubres, y a mi lado arde
constantemente este tenebrario, antes escondido en un desván de
la casa.

En esta situación me visita,
increpándome ferozmente, el espectro de mi víctima.
Avanza hasta mí con las manos vengadoras en alto, mientras mi
continuo servidor se arrincona de miedo; pero no dejaré esta
mansión sino cuando sucumba por el encono del fantasma
inclemente. Yo quiero escapar de los hombres hasta después de
muerto, y tengo ordenado que este edificio desaparezca, al día
siguiente de finar mi vida y junto con mi cadáver, en medio de
un torbellino de llamas.

_(Fuente)

Sí, eso haremos

Poemas en prosa o prosa poética, como prefieran

un poema en prosa es un poema que no está escrito en verso. No rima. No tiene unidades versales, pero sí tiene todas las propiedades de armonía rítmica y retóricas de un poema. Ramos Sucre será nuestro ejemplo (para que no digan que no aspiramos), y veremos qué sale. Sé que, como siempre, sorprenderán al planeta Steemita.
Si quieren saber más del poema en prosa, lean aquí.

Bien, como última actividad de esta temporada

-Escribirán un poema en prosa de un máximo de 200 palabras.
-Como maldad específica, está prohibido el tema amoroso. :D
-Pueden publicar desde la comunidad que deseen.
-La estructura del título será: Taller de poesía Gaya Ciencia. Sesión N°4/4 (2da. Temporada): El título de su poema en prosa.
-Deben usar las etiquetas #steemexclusive y #gayaciencia.
-Agradecer a la Comunidad y a quienes llevan el trabajo duro de mantenerla funcionando.
-Sean buenos y traten de mantenerse saludables. (¡No, esa no es una regla! Pero igual tómenlo como una regla).

No se pierdan que pronto vienen sorpresas.

Gracias por la compañía.

¡Bienvenidos, poetas!

Sobre todo a quienes levantaron la mano para meterse en este paquete: @solperez, @charjaim, @rosita1, @aplausos, @evagavilan, @naylet, @palabreador, @yola1, @leonelb, @nrvan28, @esthersanchez, @isauris, @soyliliena, @lisfabian, @josegilberto, @dany, @marlut, @marlyncabrera, @leigth, @mllg, @yolimarag, @sweetval, @sacra, @ismelyalvarado, @alejd, @hljott, @carluis777, @mariajruizb, @isaacromero, @belkisa758, @angiedez, @audiarmig, @katty77, @eve73, @alma.musical, @malexa, @majo12, @spavan697, @daniromero, @moralesmileydis, @albaandreina, @astilem, @danielbalbas2002, @patidelc1207, @geos90, @rafaelcmontero, @luisitorres, @jesuspsoto, @majo12, @teretiti, @aniyeru22, @nangel

¡Que la fuerza los acompañe!