Cuerdas del alma / Strings of the soul

SPANISH VERSION

Cuando estaba joven oí una frase que decía, "Es mejor no tocar cuerdas del corazón que no conoces", no sé si es una frase filosófica porque la busque y no la encontré, y para aquella época lo asocie a sentimientos presentes que provocaban reacciones desagradables e inesperadas en la persona si se le hacia mención a algo relacionado con lo que estuviera atravesando en ese momento. Hoy pienso igual, sin embargo ahora sé que constantemente estamos tocando cuerdas que no conocemos. De ser nosotros los afectados de ese mal hábito, el problema radicaría en cómo vamos a responder.

Proverbios 16:6 Con misericordia y verdad se corrige el pecado y con temor de Jehová el hombre se aparta del mal.

Cuántas veces hemos vistos llegar a personas a nuestras congregaciones buscando respuesta a una situación terrible por la que están pasando en ese momento, oyen la predicación, son confrontados de tal manera por el Espíritu Santo, que no paran de llorar, o salen molestos y no vuelven.

Desde que fui apartada para servirle al Señor y voy aprendiendo cada día más de él, entiendo que en esas confrontaciones espirituales surgen muchas preguntas, el alma está llena de incertidumbre, de expectativas nuevas, de temores, angustias, quiere entenderlo todo de una vez, por eso es que debemos prepararnos para asegurarnos que esa alma, tenga las respuestas apropiadas y quieran servirle a Dios. Solo por el poder de la palabra Divina podemos hacerlo, entonces es necesario estar llenos del Espíritu de Dios, ¿Cómo se logra? Permanece en la palabra, escudríñala, vívela, apasiónate por ella.

Colosenses 1:9-11 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad.

Y así, también podremos orar por aquellos que reciben la luz del evangelio, por medio de la palabra que oyen de nuestra boca, y sean como pámpanos pegados a la vid verdadera.