Nunca conocerás el potencial y las capacidades que Dios ha puesto en ti hasta que lo pongas en práctica. Construye tu propia confianza y alcanzarás altos niveles de éxito en tu vida y la disfrutarás en abundancia, según el propósito de Dios para ti.

Tienes que pasar de la inacción a la acción, de lo pasivo a lo activo y desarrollar el hábito de la acción. El miedo a lo desconocido frena tu intención de aprender. Tienes que superar el miedo con la acción. En cuanto definas cuál es tu miedo, no te paralices, pasa a la acción y esto te ayudará a afrontar los retos y exigencias de la vida. Los obstáculos son simplemente obstáculos, pero tu confianza te da la seguridad de que puedes superarlos. No hacer nada ante una situación simplemente nos llevará al borde del fracaso. Cuando reafirmamos el miedo, simplemente estamos apostando por la destrucción de la confianza.

Hace falta un esfuerzo supremo para llenar nuestra mente de pensamientos positivos cuando nos enfrentamos al miedo. No le des a tus pensamientos negativos la oportunidad de descalificarte ante la situación desafiante que te espera. Dile a tu corazón y a tu espíritu, que tienes suficiente capacidad y habilidad para enfrentar todo tipo de desafío, porque fuiste diseñado por Dios para ser un vencedor en Cristo Jesús.

No dejes que ningún pensamiento negativo venga a tu mente mientras trabajas contra el miedo. Mientras avanzas hacia tu victoria, no des lugar a pensamientos que te recuerden derrotas y fracasos. Archiva en tu memoria los pensamientos agradables que te han sucedido en medio de las pruebas y las dificultades. Traer a la mente los pensamientos de lo que Dios ha hecho en ti te proporcionará suficiente seguridad para construir tu confianza.