Mi querida amiga...

Lo ideal es, por supuesto, planificar nuestros cambios para que estos nos nos sorprendan y nos dejen desubicados. No es conveniente, de ninguna manera, andar por allí con la filosofía de aquel personaje de telenovela, Eudomar Santos: "Como vaya viniendo, vamos viendo". Pero usted sabe también que si la vida se convierte en un libreto, donde todo lo hemos previsto de antemano, la existencia se convertiría en un dilatado y soberano aburrimiento.

Son necesarios los imprevistos, los retos que surgen sorpresivamente y nos obligan a emplear todas nuestras capacidades para continuar adelante. ¿Que resultan, a veces, agobiantes y exacerban nuestras capacidades hasta insospechados límites? Es cierto, sin embargo son situaciones que nos ponen a prueba, le agregan un encanto extra a la vida y se disfrutan con enorme entusiasmo una vez que las hemos superado.

Éxitos, amiga.