Jueves, desperté a las 7y30am, un poco ansiosa porque mamá viajaría hasta la ciudad dónde estoy residenciada. Hace un mes que no la veo y me emociona volver a encontrarme con ella. Ya que ésta vez por cuestiones de tiempo y de ocupaciones no pude viajar yo. Así que me levanté, me preparé el desayuno, algo súper sencillo y también hice el almuerzo. Desayuné y alisté mi maleta con sólo lo necesario aunque iba a durar tres días fuera de la residencia. Luego me comuniqué con mi mamá y me dijo que se vendría después de salir de su trabajo. Yo me alisté y salí a la parada a las 11am, pues mi hora de entrada al trabajo es a las 11y30am.

Al llegar a mi trabajo, de una vez nos pidieron a mis compañeras y a mí acomodar mercancía. Era mucho trabajo el que teníamos pendiente así que decidimos turnarnos para poder abarcar cada quién su función. Entre limpiar, colocar precios, ordenar y atender se me hizo la hora del almuerzo y lo primero que hice fue revisar mi teléfono, mamá ya venía en camino y se iba a quedar con una de sus hermanas en el apartamento. Mi hora pasó volando y era mejor para mí porque faltaba menos para ver al amor de mi vida.

Entré de nuevo a trabajar a las 3pm y seguí con mi trabajo hasta la hora de salida. Y como el apartamento queda cerca de mi lugar de trabajo, mamá y mi tía me fueron a buscar, estaba lloviznando un poco pero eso no fue impedimento de disfrutar mi momento en salir corriendo a los brazos de mi mamita. Mientras íbamos en camino, no dudamos en conversar en todo el trayecto y de disfrutar de la noche.

Una vez estando en el apartamento, descansé como 10 minutos y luego me fui a bañar mientras mamá me preparaba unos pancitos rellenos para cenar juntas. Al rato estuvimos revisando unas cosas que le encargué y también le entregué algunas compras que hice para ella y mi papá. Siempre trato de tenerles un presente a ambos.

Cenamos y nos sentamos en la sala a conversar por un buen rato, hasta que nos dió mucho sueño y nos acostamos, mamá me abrazó hasta quedarme dormida y yo feliz en su regazo.