¿Por qué debo convertirme en un hipócrita y abrazar y sonreírle con sinceridad a una persona que paso todo el año colocándome obstáculos en mi camino para que callera?

¡Es que tienes que dejar que el espíritu de la navidad entre en ti! ¿Por qué? ¡No lo entiendo! Soy del tipo de persona que actúo de acuerdo con lo que recibo y siento. Si te abrazo, es porque en realidad siento que debo expresar un sentimiento positivo hacia ti.

Si te doy un apretón de mano, es porque considero que es una forma de demostrar mi apoyo hacia ti. Si te mando un mensaje de texto a tu teléfono es que eres importante para mí y no porque sea una cadena que me amenaza con irme mal si la rompo. Imagínate, en el caso de las féminas, el significado que tiene el que te de un beso en la mejilla.

Es simple. Me molesta que quieran obligarme a que muestre una felicidad que no es real, que no es legítima. Es muy fácil no querer entender esta realidad y automáticamente etiquetarme como El Grinch.

De hecho, este solo refuerza mis pensamientos al respecto del tema. Es que han visto la película, la versión que sea, solo por el hecho de decir que lo hicieron y no entendieron el mensaje de la misma. Lo peor de todo es que lo descubren y no lo asimilan.

Más que la hipocresía que asumen muchos en esta época, definitivamente lo que más me molesta es la imposición de la idea de que todos debemos actuar de la misma manera.

Todo esto sin abordar el simple hecho de que para muchas personas esta época representa pérdidas humanas, económicas, entre muchas otras. No todos estamos para celebrar la época navideña, indiferentemente el motivo.